Una de las medidas que adoptó el equipo económico de Silvina Batakis durante su corta gestión, fue incrementar la retención a cuenta del impuesto a las Ganancias / Bienes Personales del 35% al 45% para los consumos en dólares con tarjetas de crédito. Esta nueva cotización, que equivale a un 10% más que el del “dólar solidario” es conocida como “dólar turista”.
El argumento que respaldó esta medida fue en palabras de la actual ministra que “cuando uno hace compras en el exterior y esos dólares son los que deberían haber ido al sector productivo, estamos dañando el futuro de todos los argentinos”, para agregar luego la frase que terminó siendo la tapa de los diarios y la criticó todo el arco opositor: “el derecho a viajar colisiona con el derecho a la generación de puestos de trabajo”.
Cabe apuntar que según cifras oficiales entre enero y mayo de este año el déficit por este rubro es del orden de los u$s2.460 millones, pues el turismo emisivo insumió unos u$s 2.625 millones, mientras que el ingreso de divisas por turismo receptivo sólo fue de u$s165 millones.
El Gobierno lanzó un nuevo tipo de dólar, que aún es conveniente si se desea viajar al exterior
Bien es conocido que uno de los factores que más inciden sobre este déficit, más allá del desbalance que se genera por la cantidad de viajeros que parten frente a los que ingresan es la brecha cambiaria, que hace que los turistas extranjeros se refugien en el blue para hacer rendir sus billetes. Es precisamente a partir de esta situación que recientemente se anunció la posibilidad de que puedan liquidar hasta u$s5.000 a un tipo de cambio en línea con el dólar MEP, para que esos billetes ingresen al circuito formal.
Pero existe otra brecha, menos conocida, que es la que separa al dólar “turista” del blue.
La otra brecha entre el dólar turista y el blue
A lo largo de los últimos meses se intentó reducir este déficit a partir de la prohibición de financiar gastos de turismo en el exterior con tarjeta de crédito, lo cual se extendió más recientemente a las compras en el país en dólares y finalmente con la ya comentada suba de las retenciones.
Si bien en un primer momento esa medida pudo haber tenido algún efecto aunque marginal sobre la decisión de un buen número de turistas, con la disparada del blue en lo que va de julio viajar al exterior y gastar con tarjeta de crédito vuelve a ser sumamente tentador, precisamente por dicha brecha.
Al respecto, un simple ejemplo puede aportar alguna luz sobre el particular. Previo al momento en el que se tomó la medida, el dólar turista cotizaba a $226 y el blue a $239, por lo que la brecha era de $13 equivalente a menos de un 5 por ciento.
Apenas entró en vigencia la medida, el turista pasó a $236 y el blue se ubicó en los $293, por lo que la brecha trepó al 24% y en la actualidad, con los últimos datos disponibles, los precios son $242,80 y $298, respectivamente, por lo que esta última se redujo al 22 por ciento.
La brecha entre el “dólar turista” y el blue fue agrandándose con el correr de los días
¿Cómo impacta este porcentaje al momento de comprar?
Si se toman los niveles vigentes al momento del anuncio y el actual, se puede concluir lo poco efectivo de la medida, ya que hablando en dólares la diferencia que se obtiene supera ampliamente las restricciones que se implementan.
Quien hoy paga con su tarjeta un consumo en dólares, por ejemplo de u$s100, deberá pagar al vencimiento de su plástico $24.280, pero si esos billetes los tiene en su poder y los puede vender ya sea por el mercado marginal, obtendrá $29.800, es decir que en pesos habrá ganado unos $5.520.
Es decir, que por más que se haya aplicado un recargo adicional del 10%, un consumo con tarjeta en dólares implica un descuento sobre el monto del consumo.
Entonces, de mantenerse las actuales condiciones de mercado, queda despejada la duda sobre que es mejor en cuanto a los pagos a realizar en el exterior, aunque con la actual dinámica, como dicen las ofertas, esta está vigente hasta nuevo aviso.
Fuente: Canal digital finance.yahoo
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