El índice de precios al consumo (IPC) en Japón subió en julio 2,4 %, un nivel no visto desde hace siete años y medio en un país que durante años ha tratado de combatir la deflación y que se enmarca en la dinámica inflacionista global motivada por el encarecimiento de la energía y las materias primas. Lea más de internacionales.
Según información de EFE, el dato publicado este viernes por el Gobierno nipón supone el undécimo mes consecutivo de incremento y la mayor alza de precios desde diciembre de 2014, cuando la subida del IPC fue de 2,5 % y vino motivado por un incremento del IVA de tres puntos porcentuales.
De hecho, si se excluye el efecto de aquella subida impositiva, la inflación de julio de este año es la más alta desde agosto de 2008, según ha reconocido el Ministerio del Interior y Comunicaciones nipón.
Con respecto al mes anterior, los precios se incrementaron en 0,5 %, según los datos publicados por el Ministerio.
Los precios de la energía escalaron en julio un 16,2 % con respecto al mismo mes de 2021, una subida que se vio limitada a su vez por los subsidios activados por el Gobierno para contener los costes del combustible, de acuerdo con información de EFE.
La inflación subyacente, que excluye el precio de la energía y los alimentos por su volatilidad, fue de 1,2 % con respecto al mismo mes del año anterior y de 0,5 % con respecto a junio.
De entre los 522 elementos que el Gobierno nipón incluye en la llamada cesta del IPC, los precios de 376 de ellos subieron en julio, frente a solo 101 que se abarataron y 45 que permanecieron sin cambios.
El dato de julio, que ya vino precedido por una subida de la inflación del 2,2 % en junio, supone además el cuarto mes consecutivo en el que el incremento del IPC se sitúa por encima del objetivo del 2 % planteado por el Banco de Japón (BoJ), en línea con información de EFE.
Hay que decir que en julio el propio BoJ tuvo que revisar cuatro décimas al alza su estimación para la subida de los precios durante el actual ejercicio fiscal nipón (que concluye el 31 de marzo de 2023), situándola en el 2,3 %, una décima por debajo del dato publicado este viernes mismo.
En los últimos meses, la entidad está poniendo especial énfasis en la importancia que la inflación subyacente tiene a la hora de indicar cuál es la verdadera presión inflacionaria que está experimentando la tercera economía del mundo, sobre todo la que se deriva de la demanda y no de factores externos como el encarecimiento de los combustibles.
(Con información de Yahoo Finanzas)
Fuente Canal digital: valoraanalitik
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