¿Cuál es la situación?
Los motores que han llevado a China a ser la segunda potencia mundial se están deteniendo. Pekín tendrá que aceptar este nuevo escenario (con objetivos cada vez inferiores de crecimiento) y poner el foco en la mejora del bienestar de la población, crecer menos pero mejor.
¿Qué puede pasar?
Las políticas dirigidas a incentivar la natalidad no están teniendo un impacto notable, mientras que la economía se enfrenta a varios obstáculos en el corto plazo (caída del inmobiliario, deuda…) que pueden agudizar los problemas de largo plazo a los que se enfrenta toda economía que busca escapar de la trampa de ingresos medios.
FUENTE: ELECONOMISTA,ES
NOTICIAS DE TU INTERÉS
Una de cal y otra de arena de Société para Solaria
Las bolsas europeas rebotan, pero “nada cambia en el fondo”
Dos fugas en el Nord Stream 1 amenazan la navegación en el Báltico