Azvalor comienza a dejar de lado las materias primas
Azvalor ha comenzado la rotación de la cartera internacional que ya habían anunciado en su conferencia anual para inversores, después de los excelentes resultados que han conseguido este año, en el que Azvalor Internacional se revaloriza un 42%, con datos de Morningstar a 24 de octubre, lo que le ha permitido liderar la Liga global de la gestión activa de elEconomista.es desde principios de año.
En la última carta trimestral, anuncian la entrada de Vallourec, JCDecaux y Schindler, entre otras compañías, junto a Schlumberger, NOV y Agnico Eagle. Por el lado de las ventas se encuentran Total Energies, Mosaic y Alliance Resource Partners y han reducido el peso de DHT Holdings, Consol Energy y Whitehaven Coal.
El éxito de su estrategia internacional, y de su fondo de bolsa española, les ha permitido atraer a nuevos clientes y captar más dinero. “En lo que va de año hemos recibido entradas netas por valor de 226 millones de euros y más de 1.900 nuevos copartícipes se han unido a nosotros”, señalan Álvaro Guzmán y Fernando Bernad, quienes aseguran que pese al buen resultado obtenido hasta ahora, el potencial de revalorización del Azvalor Internacional sigue siendo elevado. “Su valor objetivo asciende a 450 euros por participación, frente a un precio actual de 208 euros”.
La expectativa de altas revalorizaciones también la tienen en Cobas, la gestora de Francisco García Paramés. “Pocas veces en los últimos 30 años hemos encontrado compañías de esta calidad con unos precios tan infravalorados”, lo que permite que “nuestros fondos valgan entre dos y tres veces más que el valor liquidativo actual”, explican en su carta trimestral, aunque sus fondos de momento no están teniendo un buen resultado.
Entre los movimientos, destacan la salida de International Seaways, Cairn Energy y de International Petroleum y han reducido peso en Golar LNG y Aryzta, al tiempo que han entrado en 3R Petroleum, Johnson Electric, Ichikoh Industries y Petronor E&P, y han aumentado su posición en Maire Tecnimont y Atalaya Mining.
FUENTE: ELECONOMISTA
