El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, ha asegurado este miércoles que por el momento no se observa “ningún deterioro de los niveles de impago” de las familias y empresas, a pesar del parón global de la economía.
Goirigolzarri, que esta tarde ha participado en el VI Congreso Internacional de Directivos de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), ha dicho que tras un verano “magnífico” en el sector turístico ha llegado una situación de “clara desaceleración”, que llevará en los próximos trimestres a crecimientos próximos a cero.
El Banco Central Europeo prevé que el PIB de la eurozona se mueva el próximo año en una horquilla de entre el -1% y el 1%, porcentajes que en el caso de España oscilarán entre el 0 y el 1%, con una previsión de inflación de entre el 4,5% y el 6%.
“Ante esto, la política monetaria es clave para buscar el equilibrio entre la inflación y el crecimiento del PIB”, ha asegurado el presidente de CaixaBank, que ha recordado que el mercado descuenta que el euríbor a 12 meses, el más utilizado para el cálculo de las hipotecas, se sitúe a principios de 2023 ligeramente por encima del 3%.
“Me parece que estos tipos marcan más bien el rango alto de subidas que cabe esperar”, ha señalado Goirigolzarri, que ha precisado que en este contexto España no volverá a niveles de PIB prepandemia seguramente hasta principios de 2024.
A pesar de los actuales nubarrones económicos, agravados por la guerra de Ucrania y el aumento del precio de la energía, la situación “nada tiene que ver” con el escenario vivido en la anterior crisis financiera, primero porque el esfuerzo de desapalancamiento que han hecho estos años los agentes privados ha sido “extraordinario”, y segundo porque la banca está hoy “muchísimo mejor preparada que en 2012″, ha destacado Goirigolzarri.
Ha explicado, en este sentido, que las familias y empresas españolas tienen hoy niveles de endeudamiento inferiores a la media europea, por lo que los niveles actuales de impago son “reducidos”.
En cambio, ha recordado el directivo, entre 2018 y 2023, según un informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), el gasto público ha crecido un 18% en España y es probable que se cierre el año con un déficit público de más del 4,3%.
Con estos números, según Goirigolzarri, es lógico que el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, haya vuelto a insistir en la necesidad de establecer una guía de consolidación fiscal para los próximos años. La banca, ha subrayado el presidente de CaixaBank, está hoy bien capitalizada, provisionada y tiene liquidez suficiente para atender las necesidades de financiación de las empresas y familias españolas.
“Si se producen momentos de tensión en el mercado, estos no vendrán por los bancos”, ha declarado Goirigolzarri, insistiendo en que la banca tiene ahora músculo suficiente para contribuir a la recuperación económica del país. Pese a todo, ha dicho, el sistema financiero se enfrenta a dos grandes retos: la rentabilidad y la reputación.
Sobre el primero de estos, ha comentado que la banca europea y española lleva más de cinco años ofreciendo una rentabilidad por debajo del coste de capital y que por eso cotiza por debajo de su valor en libros, lejos de las cotizaciones de los bancos americanos. Esta situación “no solo afecta a sus accionistas, sino al conjunto de la sociedad”, ha advertido Goirigolzarri, que ha recordado que el hecho de que la banca esté por encima del coste de capital es una condición “absolutamente necesaria” para tener un sistema bancario potente, capaz de financiar el crecimiento de la economía.
Respecto al tema de la reputación, ha reconocido que en la anterior crisis financiera los bancos tuvieron “debilidad” para financiar a las empresas, unas prácticas “poco ortodoxas” y un “enorme nivel de litigiosidad”, lo que todavía hoy tiene “un claro efecto” en la imagen que la sociedad tiene de este sector.
Ha asegurado, no obstante, que la realidad actual es “muy distinta” a los clichés negativos que se instalaron una década atrás y que la banca ha adoptado decisiones para revertir esta situación, introduciendo por ejemplo mejoras en el gobierno corporativo, ofreciendo una “excelente calidad de servicio” e impulsando iniciativas “con gran impacto social”.
FUENTE: EL PAIS