El prestamista de criptomonedas BlockFi solicitó autorización a un tribunal de bancarrotas de Estados Unidos para que los usuarios de esa plataforma puedan retirar sus criptoactivos retenidos. Los fondos están dentro de los monederos que se congelaron tras la declaración de quiebra de esa compañía.

La solicitud la hizo BlockFi en una moción, la cual se presentó ante el Tribunal de Bancarrota del distrito de Nueva Jersey, en Estados Unidos. Allí se indican que «siempre han priorizado» hacer «lo correcto» por los clientes. En ese sentido, esperan que los usuarios puedan acceder a los activos que son de su propiedad y que quedaron congelados desde noviembre pasado en la empresa.

En detalle, BlockFi solicitó la emisión de una orden judicial que les autorice reactivar los retiros de los fondos de sus clientes, los cuales quedaron represados en los monederos. Asimismo, piden autorización para actualizar los balances reales de los usuarios, así como para conciliar las cuentas «y otorgar la reparación correspondiente».

Hay que recordar que viernes 11 de noviembre, cuando BlockFi restringió los retiros en su plataforma, el exchange de bitcoin y criptomonedas FTX firmó su bancarrota. Ambas empresas tenían nexos muy cercanos y la quiebra de una afectó indudablemente a la otra.

Como lo reportó CriptoNoticias ese día, BlockFi alertó que por la falta de claridad del estatus de FTX y las empresas involucradas en la debacle, no podían «operar el negocio de la forma usual». Esto derivó en que se paralizaran los retiros de fondos y se restringieran los depósitos.

No fue sino un par de semanas después, el 28 de noviembre, cuando BlockFi se declaró finalmente en bancarrota. Para ello se apegó al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos. En ese momento no quedó claro qué pasaría con los fondos de los más de 100 mil acreedores que registra BlockFi.

Ahora con la moción, todo apunta a que las víctimas de la quiebra de BlockFi tienen una ventana abierta para acceder de nuevo a sus fondos. Sin embargo, para ello todavía falta la aprobación del Tribunal de Bancarrotas.