El interés por las monedas digitales de bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés) ha alcanzado un nivel “sin precedentes”, por lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) está experimentando una fuerte demanda de orientación al respecto.
En respuesta, el FMI tiene previsto publicar un manual sobre las CBDC, según declaró el subdirector gerente Bo Li en un discurso reciente.
El funcionario del FMI vio cierta urgencia en satisfacer las necesidades de los bancos centrales que planifican CBDC. Por ello, la organización se ha puesto en contacto con casi 30 países que solicitaron asistencia en los dos últimos años. Más de 40 países se habían puesto en contacto con él hasta la fecha, dijo Li. Y añadió:
“Creemos que el desarrollo de la capacidad de las CBDC es esencial para evitar la brecha digital”.
Además, un mal diseño de las CBDC podría acarrear diversos riesgos. Para abordar la necesidad de información, el FMI elaborará un manual sobre las CBDC que será “la base para el desarrollo de capacidades”, dijo Li.
El futuro manual se analizó con más detalle en un informe del personal del FMI. El manual será “más descriptivo que prescriptivo, y ofrecerá información, experiencia, conclusiones empíricas y marcos para evaluar las CBDC”.
Según el informe, se completará en un plazo de cuatro a cinco años y la mayor parte de la financiación provendrá de Japón. Presentó un índice provisional del manual, con 19 capítulos divididos en amplias secciones. En él se abordan tanto cuestiones políticas como técnicas.
Mientras tanto, a medida que los responsables de la formulación de políticas se plantean cuestiones más concretas relacionadas con las CBDC, el asesoramiento del FMI ha tenido que hacerse “más adaptado a las circunstancias de cada país y […] más normativo y anclado en la experiencia y los marcos políticos”, según el informe. El FMI dará prioridad a la asistencia a “los países de importancia sistémica y a los países que están acelerando el desarrollo de las CBDC pero tienen limitaciones de capacidad relativamente elevadas o normas reguladoras débiles”.
FUENTE: COINTELEGRAPH
