Al igual que otros países del sur como Grecia y Portugal, se verá beneficiado por el tirón del turismo
España va a ser una de las economías europeas con mejor desempeño este 2022, pese a las dificultades que ha provocado la guerra de Ucrania. Es la proyección que hacen los estrategas de Oxford Economics, que apuntan que nuestro país, junto con otros periféricos como Grecia o Portugal, estará entre las economías de la Eurozona «que más crecerán este año». ¿La razón? El fuerte tirón del turismo, que impulsará el PIB.
«Con el rápido deterioro de las perspectivas a medida que se multiplican los vientos en contra, el comportamiento del sector de los servicios, y en particular del turismo, será clave para mantener la economía de la zona del euro en los próximos trimestres. Esto será de vital importancia para los países de la periferia del sur, en un momento en que los inversores están cada vez más preocupados por el aumento de los rendimientos de los bonos», ha destacado Ángel Talavera, responsable de Europe Macro en la firma británica de análisis.
Según Oxford Economics, la fuerte recuperación del consumo ‘social’ (definido como el gasto de los consumidores en hoteles, restaurantes y ocio) tras dos años de restricciones intermitentes «impulsará el crecimiento en estos países, dada su estructura económica». Esto, remarcan, «está muy correlacionado con las perspectivas de crecimiento del PIB».
Como indican, «dado que los consumidores de las economías del sur de Europa suelen gastar comparativamente más en este tipo de actividades, esperamos que el fuerte impulso proporcionado a las actividades sociales por la mejora de la situación sanitaria tras dos años de frecuentes restricciones sea un importante motor de la divergencia de resultados este año». Y esto también refleja su expectativa de que, en un año en el que los ingresos reales de los hogares van a sufrir un «gran golpe», los consumidores «serán cada vez más selectivos en sus decisiones de compra, dando prioridad a cosas como el ocio sobre otros tipos de bienes y servicios».
«Esperamos que las economías del sur de Europa superen a sus pares regionales este año. El principal motor de esta divergencia es el sector turístico. A pesar de los temores anteriores sobre el impacto causado por la variante Ómicron del Covid y la guerra en Ucrania, somos alcistas sobre las perspectivas del turismo dadas las señales proporcionadas por los indicadores», resaltan.
De hecho, dicen que esta visión positiva «sigue reforzándose con cada nuevo dato que se publica, sobre todo tras los excelentes datos del periodo de Semana Santa, la primera prueba de fuego para el sector turístico». Y, destacan, «las excelentes perspectivas del sector significan que los puntos tradicionales del turismo europeo estarán entre las economías de más rápido crecimiento este año».
Pero esa tendencia no se dará en Italia. Y es que a pesar de su importante sector turístico, «las perspectivas no son tan positivas ya que el país es la segunda economía industrial del continente y, por tanto, se verá más afectado por los vientos en contra que afectan al sector» debido a los problemas de la cadena de suministro y a los elevados precios de la energía surgidos a raíz del conflicto armado en el este de Europa.
Estos estrategas creen que el rendimiento superior del sur de Europa es un tema importante ahora que está creciendo la preocupación por el aumento de los rendimientos de los bonos periféricos. Y es que los vientos de cola que soplan para España, Grecia o Portugal «son lo suficientemente fuertes como para compensar el endurecimiento de las condiciones financieras a corto plazo». Es decir, las subidas de tipos adelantadas por el Banco Central Europeo (BCE).
En este sentido, la firma británica habla también del impacto del programa de fondos Next Generation de la UE. «Aunque se promocionó como un momento de transformación para Europa cuando se dio a conocer en 2020, hace tiempo que advertimos que la propia naturaleza del programa, junto con los problemas de aplicación en algunos países, probablemente daría lugar a un impacto mucho más lento y gradual en el PIB de lo que muchos suponían inicialmente», avisan estos analistas.
Así, indican que tras un 2021 «mediocre» en el que la cantidad de fondos desplegados fue «significativamente menor que la presupuestada por los gobiernos, los progresos realizados en el diseño y la aprobación de los proyectos significan que las expectativas para este año han mejorado mucho y la inversión pública debería recibir un gran impulso, lo que a su vez debería apuntalar el crecimiento de la inversión».
En este sentido, Oxford Economics cree que «Grecia parece el claro ganador relativo, mientras que España, Portugal e Italia también disfrutan de un sólido crecimiento del gasto de capital».
¿QUÉ HARÁN OTRAS ECONOMÍAS?
Por el contrario, las economías más dependientes del sector industrial registrarán, en general, un rendimiento inferior este año, siendo Alemania el principal ejemplo de ello, y otras economías como los Países Bajos y Finlandia también registrarán un «crecimiento modesto».
No obstante, las buenas perspectivas para los países del sur en este 2022 no se mantendrán para el año que viene. «Vemos el crecimiento de la zona del euro impulsado casi exclusivamente por los servicios en 2022, con más de la mitad de ellos procedentes de sectores relacionados con el sector turístico», pero «el reparto en 2023 se equilibra más, ya que los vientos de cola de la demanda reprimida en los servicios comienzan a disminuir y esperamos que el sector industrial recupere cierto impulso al beneficiarse de la esperada disminución de los problemas de la cadena de suministro», apuntan.
Es más, avisan de que hay «crecientes riesgos a la baja de la periferia del euro en 2023, una vez que los vientos de cola de la reapertura se agoten y el impacto de la subida de los tipos de interés comience a filtrarse por completo».