De las 41 acciones que se negocian con mucha o alguna asiduidad en la Bolsa de Valores de Colombia ninguna se está transando por encima de dos, tres o cuatro veces su valor en libros, como es frecuente a nivel internacional; apenas siete lo hacen por encima de una vez y las 34 restantes lo hacen por debajo de su valor en libros, por lo que se puede decir que el mercado colombiano está barato, pero hay pocos compradores.
Y en cambio, pese a las ofertas públicas de adquisición que desde finales de noviembre y hasta hace menos de un mes adelantó el Grupo Gilinski sobre Nutresa y Grupo Sura, el mercado de la Bolsa de Valores de Colombia registra una desvalorización de su principal índice MSCI Colcap del 10,71%.
La mayoría de títulos presentan caídas hasta de 41,54% como el caso de Mineros, 40,17% como el del Banco de Bogotá, 39,24% como el de Acerías Paz del Río o 37,81% como el de Cementos Argos.
Y en cambio, solo cinco papeles muestran valorización: Bancolombia del 1,82%, El Cóndor del 20,99%, Preferencial Banco AV Villas del 23,12%, Grupo Sura del 28,67% y Nutresa del 34,46%.
Sin ningún tipo de análisis profundo, que una acción se negocie por debajo de su valor en libros, en general significa que está subvalorada y que se negocie por encima es que está sobrevalorada, pero en esto hay excepciones.
Analistas consultados aseguran que lo que se debe mirar son los flujos futuros de las compañías en los que se deben tener en cuenta sus planes de ensanche, inversiones, mercado internacional, alianzas, y compras, entre otros aspectos y obviamente el sector en el que se desenvuelven.
En el sector petrolero es muy común que las acciones de las compañías se negocien hasta cuatro veces su valor en libros y en el caso de Ecopetrol y Canacol se negocian con indicadores de 1,18 y 1,96 veces su valor en libros.
En el sector de energía es común que las compañías se negocien más de dos veces su valor en libros y en el caso de ISA, su precio es de 1,54 veces su valor en libros y en los casos de Grupo Energía Bogotá y Celsia, sus indicadores son de 1,09 y 0,74 veces.
En el caso de los bancos y entidades financieras es frecuente que se negocien a dos y tres veces su valor en libros y por ejemplo Bancolombia se negocia a 1,07 veces, BHI a 0,96 veces, Banco de Bogotá a 0,56 veces o Corficolombiana a 0,65 veces.
Hay que recordar que entre el 2005 y el 2006 buena parte de los bancos colombianos llegaron a negociarse en la bolsa hasta tres veces su valor en libros y en ese momento se alcanzó a decir que estaban sobrevalorados.
De todas maneras, lo que hay que tener cuidado es de que al mirar las cifras de las acciones no se compare la Q de Tobin (relación del precio en la bolsa con el de los libros) de una petrolera con una constructora o un banco, ya que cada sector responde a unas dinámicas de negocio y mercado que no pueden compararse.
Para Edgar Jiménez, del Laboratorio Financiero de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, hay varias formas técnicas de determinar los precios de una compañía que cotiza sus acciones en la Bolsa como su valor en libros frente a su precio de mercado (Q de Tobin) la Relación Precio Ganancia y que hace mención a todo el patrimonio de la compañía, la rentabilidad por dividendos que en algunos casos superan el 10%, cifras que hace mucho no se veía y que puede compensar un eventual bajo precio del título.
Jiménez considera que en medio de todo, las opas del Grupo Gilinski dinamizaron el mercado de Nutresa y Grupo Sura.
El académico considera que esos y otros métodos no son la última palabra para el inversionista, pues hay limitaciones, pero funcionan en el largo plazo.
Sobre el incremento al que llegaron Grupo Sura y Nutresa tras las opas, dijo que en el caso de Grupo Sura llegó a un precio tradicional es decir que tampoco se ve cara pues entró con unos precios muy bajos. “Lo de Nutresa proporcionalmente es muy parecido a la de Grupo Sura”, dice.
Por su parte, el analista financiero y bursátil Andrés Moreno Jaramillo asegura que el mercado accionario colombiano es muy barato. “La mayoría de los precios de las acciones están en niveles de hace 12 años”.
Consideró que las ofertas de Gilinski fueron buenas para mover la Bolsa y llevaron “los precios a lo que deberían estar” y afirma que “se necesitan más compradores, más liquidez, confianza, política, tributaria y económica para que haya inversionistas que quieran entrar a comprar”.
EL EFECTO DE LAS OFERTAS
Con las opas del Grupo Gilinski, la acción de Nutresa, que antes de la operación su relación de valor de mercado frente a su precio en libros era de 1,27 veces, posteriormente llegó hasta 1,93 veces, y según el analista Andrés Moreno Jaramillo “es un precio justo”.
Por su parte, el título de Grupo Sura antes de la opa tenía una relación precio de mercado frente al valor en libros de apenas 0,47 veces, pasó a 0,90 veces.
“Uno de los parámetros de un inversionista del mercado accionario es buscar una empresa con buena situación financiera, perspectiva de crecimiento y una Q de Tobin baja. Eso le indica si está barata o subvalorada”, indica Edgar Jiménez.
FUENTE: PORTAFOLIO
NOTICIAS DE TU INTERÉS
Barclays invierte 2.000 millones de dólares en la empresa de criptomonedas Copper
Morgan Stanley y JPMorgan difieren sobre el pronóstico de políticas de la Fed
Bruselas rebaja su propuesta para racionar el gas en caso de emergencia