Acerinox ha logrado en el primer semestre del año un beneficio de 609 millones de euros, lo que supone triplicar los 203 millones conseguidos en la primera mitad del año pasado. De esta manera, la acerera ha logrado el mejor resultado semestral de su historia.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) de Acerinox casi se ha triplicado en el primer semestre del año, hasta alcanzar los 945 millones de euros, frente a los 378 millones del mismo periodo del año anterior. El ebitda del segundo trimestre se incrementa un 24% respecto al primero, pasando de 422 a 523 millones.
La facturación también registra una fuerte subida en estos primeros seis meses de 2022, alcanzando los 4.821 millones de euros, lo que supone un 57% más que en el primer semestre de 2021. Acerinox produjo durante este periodo 1,29 millones de toneladas, bajando ligeramente respecto al mismo semestre del año pasado, cuando la cifra alcanzó los 1,34 millones de toneladas.
En el segundo trimestre del año, Acerinox logró una facturación de 2.535 millones de euros, un 11% más respecto a la del primer trimestre de 2021.
La deuda financiera neta de Acerinox en los seis primeros meses del año se ha reducido un 32% en tasa interanual, pasando de los 838 a los 574 millones de euros. Así, en el segundo trimestre la deuda se ha reducido en 55 millones de euros respecto al 31 de marzo de 2022, hasta alcanzar los 574 millones de euros.
En cuanto a las previsiones, la acerera ha reconocido que los clientes finales siguen con una buena demanda, pero se ha producido una bajada de los pedidos de los distribuidores una vez se ha acabado el proceso de reconstrucción de inventarios empezado a finales de 2020.
La fortaleza del mercado y la estabilidad de los costes en Estados Unidos, unido a la cartera de pedidos del Grupo, “nos permiten ser optimistas de cara al tercer trimestre. El excepcional ebitda alcanzado en el segundo trimestre, ayudado por la revalorización de existencias, supone un nuevo récord histórico”, ha reconocido la compañía.
Para Acerinox, la segunda mitad del año estará marcada por el conflicto de Rusia y Ucrania y las múltiples incertidumbres derivadas de ello. Así asegura que el factor de mayor preocupación es el energético, no solo por los elevados precios en España, sino también por las incertidumbres sobre el suministro regular a futuro en Alemania.
Así, ha reconocido que tiene “muy diversificadas las fuentes de aprovisionamiento, siguiendo nuestra estrategia de compras responsables”.
FUENTE: ELECONOMISTA.ES
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