Hechos clave:
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Cada cita mundialista se dio en un contexto muy distinto para Bitcoin.
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Hubo desarrollos claves como Lightning Network y máximos históricos en el precio de BTC.
En los países donde el fútbol es el deporte más popular, el Mundial organizado por la FIFA excede su carácter de evento deportivo para volverse casi un hito social. Prácticamente cada aspecto de la vida puede dividirse en épocas que van de un Mundial al otro, cada una de ellas de cuatro años.
Por ejemplo, en Argentina abundan las comparaciones del tipo «cuánto valía el dólar» en cada Copa del Mundo. La fórmula se repite para otros «bienes nacionales», como la yerba mate, la carne y hasta las figuritas o barajitas.
El modelo comparativo se puede aplicar a Bitcoin. Para estas alturas, con su documento de identidad (el whitepaper ideado por Satoshi Nakamoto) habiendo cumplido 14 años de vida, la red y su criptomoneda han visto varios mundiales de fútbol.
Bitcoin en 2010, casi un desconocido
En julio de 2010, la Selección de España alzaba su primera Copa del Mundo desplegando un fútbol de alto vuelo. Por su parte, la criptomoneda bitcoin (BTC también despegaba lentamente y su precio llegaba a los USD 0,09.
En ese momento, Bitcoin tenía un año y medio de edad, luego de que se minara el bloque génesis de la red el 3 de enero de 2009. Unos días antes del Mundial, el 22 de mayo, se había usado para pagar la primera transacción con bitcoin de la historia, y su estado en cuanto a tecnología era muy distinto al de ahora.
Para minar Bitcoin en esa época, bastaba con una computadora hogareña que pusiera su poder de procesamiento al servicio de una red todavía incipiente. «Hice que la dificultad de la prueba de trabajo fuera ridículamente fácil para empezar, así que por un tiempo y al principio, una PC típica podrá generar monedas en pocas horas», había escrito Satoshi Nakamoto el 9 de enero de 2009.
Apenas finalizado el mundial, se descubriría uno de los mayores bugs que se hayan encontrado en el protocolo de Bitcoin. Una falla que permitía emitir 184.000 millones de bitcoins obligó a los mineros a bifurcar la red para solucionarla y enmendar el error.
Quizás lo más importante de Sudáfrica 2010 para los bitcoiners es que fue el único Mundial que Satoshi Nakamoto «vio» como figura pública, antes de retirarse en diciembre de ese mismo año.
De hecho, mientras David Villa y Diego Forlán se lucían con sus goles, Nakamoto brillaba en otras canchas. Durante ese mes de competencia entre junio y julio, Satoshi dejó muchas respuestas a consultas de usuarios y actualizaciones del protocolo en Bitcoin Forum (o no le interesaba tanto el fútbol o se hacía un lugar entre partido y partido).
El creador de Bitcoin pensaba, en aquellos albores de la criptomoneda, que esta se usaría al principio para micropagos o sitios de pornografía. Escribió lo siguiente en septiembre de 2010:
Bitcoin sería conveniente para las personas que no tienen una tarjeta de crédito o no quieren usar las tarjetas que tienen, o bien no quieren que el cónyuge lo vea en la factura, no confían en dar su número al ‘chico del porno’ o tienen miedo a una facturación recurrente.
Satoshi Nakamoto.
Brasil 2014 vio a Bitcoin en plena maduración
El 12 de junio de 2014, el anfitrión Brasil y Croacia disputaban el primer partido del Mundial. Ese día, un bitcoin valía USD 594. El 13 de julio, día de finalización del torneo, su cotización había subido a USD 618.
Entre el Mundial de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, la minería de Bitcoin se volvió mucho más compleja y cara. La dificultad había subido ya a 0,017T para julio de 2014 (en 2022 es de 36,8T). Por lo tanto, se necesitaban equipos más avanzados y costosos para poder minar nuevas criptomonedas.
Ese mismo año se aprobó una BIP significativa, la BIP-11 ideada por Gavin Andresen, que permitía la creación de wallets multifirma. Asimismo, la BIP-32 mejoró la privacidad y la interoperabilidad entre wallets al crear las HD (hierarchical deterministic) wallets. Con esto, se podían crear muchas direcciones públicas a partir de una frase semilla de 12, 18 o 24 palabras claves.
Mientras tanto, la adopción de la criptomoneda como medio de pago crecía. Empresas como Microsoft, Dell, Overstock.com, entre otras, comenzaban a tomar pagos en bitcoin. Asimismo, nacían por aquella época otras criptomonedas basadas en la tecnología de Bitcoin, como Dogecoin (DOGE).
Paralelamente, florecían las páginas de apuestas deportivas y los clásicos prodes informales (organizados en grupos de Facebook, por ejemplo) en los que mucha gente apostó bitcoins a los resultados que ellos creían que se darían.
Pero también hubo reveses y problemas graves. Meses antes de la gran contienda del fútbol, en la que Alemania arrebató el sueño mundialista a Argentina a pocos minutos del final en el partido decisivo, había ocurrido el icónico caso del exchange Mt. Gox, que presentó la bancarrota y dejó sin sus fondos a más de 20.000 usuarios. Hasta la fecha, ese episodio tiene consecuencias.
Un dato curioso es que, a la vista de la prensa «tradicional», bitcoin fue la peor divisa de 2014. Es que BTC finalizó el año con un valor de mercado de USD 314, menos de la mitad del que tenía cuando empezó el año, que era de USD 772.
Bitcoin se bajó de la cresta de la ola en Rusia 2018
El año 2017 había sido el de mayor popularidad para Bitcoin. Su criptomoneda tuvo un boom y aumentó su valor un 1.900%, al subir desde los USD 1.019 a un máximo histórico (hasta entonces) de USD 19.665 a mediados de diciembre. No obstante, al finalizar el Mundial de Rusia 2018, había retrocedido a los USD 6.300.
Nuevamente, la adopción de bitcoin como medio de pago había crecido desde el Mundial previo, y ahora ya superaba los 100.000 comercios. Eso trajo problemas de escalabilidad que se fueron corrigiendo con diferentes actualizaciones del protocolo.
En este sentido, en los cuatro años desde el Mundial de 2014 se habían producido desarrollos muy interesantes en Bitcoin. El más relevante fue la creación de la red de canales de pago o Lightning Network en 2016. Pensada por Joseph Poon y Thaddeus Dryja, esta red permite realizar micropagos instantáneos y con comisiones mínimas. En esos primeros años, su uso era principalmente experimental.
Otro de los desarrollos destacados fue la implementación de SegWit (testigos segregados), mediante la BIP-141 en 2016.
Con respecto a la minería, se produjo un hito importante en 2016. Fue que la red de Bitcoin superó el exahash de procesamiento en febrero de ese año. Para 2018, cuando inició el Mundial, ya superaba los 37E, lo que demuestra el crecimiento de Bitcoin en solo dos años.
Por otra parte, en 2017 había nacido el «hijo menor» de Bitcoin, Bitcoin Cash, a partir de una bifurcación realizada por miembros de la comunidad que creían que debía aumentarse el tamaño original de los bloques, que era de 1 MB a 8 MB (hoy en 32 MB). El objetivo es potenciar el uso de bitcoin como dinero en efectivo digital, la intención de Satoshi Nakamoto en opinión de este grupo, encabezado por Roger Ver.
¿Cómo llega Bitcoin a Qatar 2022?
Como se puede ver, el progreso de Bitcoin en cuanto a tecnología y adopción ha sido muy grande en el transcurso de los últimos tres mundiales de fútbol. Son pruebas de ello los desarrollos mencionados, a los que podríamos sumar Taproot y las firmas Schnoor, ambos activados a fines de 2021.
Para ratificar aún más la robustez que adquirió Bitcoin, el hashrate o poder de procesamiento de la red ha llegado a máximos históricos en 2022, incluso en medio de un mercado bajista que se extendió durante todo el año.
En cuanto al precio, bitcoin vale tres veces más que al finalizar la última Copa del Mundo. Entre Rusia y Qatar, en noviembre de 2021, llegó a un ATH (máximo histórico o All Time High) de USD 69.044. Sin embargo, como en mundiales anteriores, el precio al finalizar el año es mucho menor al que tenía cuando este comenzó.
El Mundial está a la vuelta de la esquina y ese evento marcará un nuevo hito en la agenda de aquellos que todo lo relacionan con el fútbol. Nacido en 2009, Bitcoin vivirá su cuarta edición de esta competencia. Al transcurrir ese camino, ha dado pasos de evolución comparables con los de un equipo que, desde abajo, suma puntos para convertirse en candidato a campeón.
