El combustible de aviación sostenible nunca podrá alcanzar la paridad de precios con el combustible de aviación para poder competir con los combustibles convencionales y contribuir a descarbonizar el sector de la aviación, así lo afirmó David Calhoun, Presidente y CEO de Boeing Company.
SAF son las siglas en inglés de combustible de aviación sostenible (Sustainable Aviation Fuel), se produce a partir de materias primas sostenibles y su composición química es muy similar a la del combustible fósil tradicional.
El SAF es el combustible líquido utilizado actualmente en la aviación comercial y puede reducir las emisiones de CO2 hasta en un 80%, según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
Las aerolíneas y muchos otros agentes de la industria de la aviación tienen puestas sus esperanzas en el SAF como forma de reducir las emisiones del sector. Estas emisiones representaron en 2021 más del 2% de las emisiones mundiales de CO2 relacionadas con la energía, habiendo crecido más rápidamente en las últimas décadas que el transporte por carretera, ferroviario o marítimo, según datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Sin embargo, el jefe de Boeing no es tan optimista en lo que respecta a los costos de producción de SAF.
“Crearemos escala y seremos más económicos”, declaró Calhoun al Financial Times, pero advirtió, “No, no creo que alcancemos nunca el precio del Jet A”.
Cada vez son más las aerolíneas que apuestan por un mayor uso del SAF para reducir su huella de carbono en un sector donde las emisiones son difíciles de reducir.
A pesar de las numerosas promesas de las aerolíneas y del apoyo gubernamental a la producción de SAF, la alternativa del combustible de aviación derivado del petróleo se enfrenta a retos de suministro, costos y materia prima, según los analistas.
Actualmente, la oferta de SAF sigue siendo limitada, aunque los gobiernos apoyen la investigación y la producción.
Según la AIE, “aumentar el uso de SAF de menos del 0,1% de todos los combustibles de aviación en 2021 a alrededor del 10% en 2030, en línea con el escenario Net Zero, requerirá inversiones en capacidad de producción y nuevas políticas, como impuestos sobre los combustibles, normas sobre combustibles bajos en carbono y mezclas obligatorias”.
Aun así, los super gigantes de la energía y las grandes aerolíneas apuestan por el SAF para ayudar a descarbonizar el sector de la aviación.
TotalEnergies y BP han empezado a invertir en SAF y a producirlo, mientras que United Airlines lanzó a principios de este año un vehículo de inversión de 100 millones de dólares para apoyar a las start-ups que desarrollan y exploran la producción de combustible de aviación sostenible en un esfuerzo por acelerar la investigación, la producción y las tecnologías asociadas al SAF.
El uso de SAF reduce las emisiones de carbono en comparación con el combustible de aviación tradicional al que sustituye a lo largo de su ciclo de vida. Algunas de las materias primas típicas utilizadas son el aceite de cocina y otros aceites residuales no derivados de la palma, procedentes de animales o plantas; residuos sólidos de hogares y empresas, como envases, papel, textiles y restos de comida.