La Comisión Europea rebajó ayer a la mitad las previsiones de crecimiento del Gobierno para España en 2023.
Sus cuentas de otoño prevén que la economía nacional se frene hasta el 1% el año que viene —frente al 2,1% calculado por el Ejecutivo—, a consecuencia de la crisis energética y de precios.
La guerra en Ucrania dibuja «un panorama complicado» en el que la Unión Europea (UE) y la eurozona entrarán en recesión técnica a principios del año que viene, tras encadenar dos trimestres de crecimiento negativo. España, por su parte, se salvará de esta tendencia que arrastrará a otras grandes economías como Alemania y Suecia, ambas con un recorte del 0,6% de su PIB
Después de expandirse en la primera mitad del año, la economía europea cerrará 2022 con un notable enfriamiento de la actividad.
«Entramos en una fase más desafiante. El alto precio de la energía y la inflación llevarán a la UE a una recesión técnica que afectará a la mayoría de Estados miembro», admitió ayer el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni. En este delicado contexto, Bruselas prevé que el PIB del bloque crezca un 3,3% este año, antes de frenarse al 0,3% en 2023. La economía española, por su parte, avanzará un 4,5% en 2022 y un 1% el año que viene, antes de repuntar al 2% en 2024.
Las perspectivas de Bruselas son menos optimistas que las del Ejecutivo debido a «que la contribución del consumo privado y de las inversiones a la economía ha sido menor de lo esperado», señaló Gentiloni. Con todo, valoró de forma positiva la perspectiva para los dos próximos años, en los que —a pesar de la difícil situación—, España seguirá creciendo.
La Comisión Europea espera que la actividad se reactive a mediados de 2023, gracias al aumento gradual del consumo y a la normalización del turismo. En ese periodo, España crecerá por encima de la media comunitaria y adelantará a otras grandes economías como Italia (0,3%) y Francia (0,4%). Además, Bruselas prevé que esa tendencia se verá reforzada en 2024, con un aumento de la demanda interna y externa que hará repuntar la economía española un 2%.
El comportamiento de la economía a principios de año ha permitido salvar los muebles en el balance de 2022.
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, el suministro de gas ruso se ha reducido un 80%, lo que ha disparado los precios y ha obligado a la UE a comprar gas natural licuado a otros proveedores. Esta situación ha frenado la demanda mundial y ha impactado especialmente en la UE, «una de las economías más expuestas», debido a su proximidad geográfica y a su dependencia energética de Rusia.
La confianza de los consumidores ha caído, al igual que la producción debido al alto coste de la energía.
La Comisión Europea espera que inflación siga lastrando la actividad económica en 2023. «Vemos algunos signos que apuntan a que podría llegar a su pico a finales de año», destacó el comisario. Con todo, los precios se mantendrán altos la mayor parte del año que viene y se espera que se reduzcan «de forma muy gradual». Así, Bruselas calcula que la inflación se sitúe este año en el 9,3% a nivel comunitario, antes de reducirse al 7 y 3% en 2023 y 2024, respectivamente.
En el caso de España, los precios repuntarán hasta el 8,5%, algo por encima de lo previsto en julio, pero se espera que se reduzcan al 4,8% el año que viene y al 2,3% para 2024.
Se espera que la reducción de la presión inflacionista reactive la economía europea en la primavera del año que viene.
Existen, sin embargo, varios riesgos que podrían afectar de forma negativa al bloque. La «alta incertidumbre» respecto a la duración del conflicto y la posibilidad de que Rusia corte totalmente el suministro de gas a Europa son dos de los principales riesgos para el bloque, ya que podrían mantener elevada la inflación.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos hicieron un balance positivo de las previsiones de la Comisión Europea. Destacan que España «crecerá por encima de la zona euro tanto en 2022 como en 2023» y que seguirá la senda de reducción del déficit público, situándose por debajo del 5% en 2025.
Se «confirma», del mismo modo, el «fuerte» comportamiento del mercado laboral español, con una tasa de desempleo inferior al 13%, según las previsiones de Bruselas.
FUENTE: DIARIO DE LEON