Caída prolongada de bitcoin y señales del mercado
La caída prolongada de bitcoin comienza a ser una posibilidad real tras indicadores que sugieren presión bajista. El porcentaje de suministro en ganancia ha descendido al 90 %, un nivel considerado crítico en ciclos anteriores. Cuando este umbral se pierde, el mercado suele entrar en fases de corrección o periodos de lateralización que se extienden durante semanas. El precio ha mostrado debilidad luego de un repunte fallido, lo que refuerza la visión de que el impulso alcista se ha agotado.
Indicadores técnicos que anticipan corrección
Varios elementos técnicos respaldan la idea de una caída prolongada de bitcoin. El índice de fuerza relativa cayó hasta 43 puntos, situándose en una zona que refleja debilidad y falta de impulso comprador. Al mismo tiempo, la media móvil de treinta días sobre compras y ventas perforó el nivel de 0,98, lo que señala mayor presión vendedora. Estas condiciones suelen anticipar descensos adicionales antes de encontrar un soporte sólido que reactive la demanda.
Factores de soporte que limitan la presión
Aunque la narrativa dominante es bajista, también hay elementos que mitigan el riesgo de una caída prolongada de bitcoin. Los flujos hacia exchanges se encuentran en mínimos de los últimos dos años, lo que indica menor disposición de los inversores a liquidar sus posiciones. Además, el control del mercado está pasando a manos de tenedores de largo plazo, que históricamente son menos propensos a vender en momentos de incertidumbre. Estos factores reducen la oferta circulante y podrían suavizar la magnitud de la corrección.
Perspectivas para los próximos meses
El balance actual muestra que la caída prolongada de bitcoin es un escenario posible, aunque no definitivo. Si los niveles de soporte clave se mantienen, el mercado podría estabilizarse en un rango lateral en lugar de profundizar en una tendencia bajista. Sin embargo, la falta de catalizadores positivos y el dominio de señales técnicas negativas inclinan el sesgo hacia la corrección. La evolución de la participación institucional y la actividad on-chain será decisiva para definir si esta fase se convierte en un ajuste temporal o en un ciclo más extenso.
Fuente: CriptoNoticias