Despejadas las dudas sobre cuáles son los próximos movimientos de los bancos centrales y una vez que las empresas salen del black out propio de la presentación de resultados, los emisores aprovechan cualquier resquicio para ejecutar las operaciones que tenían prevista.
Uno de estos es CaixaBank. Dos sesiones después de presentar los resultados del primer trimestre, la entidad sale al mercado con un bono social a cuatro años con opción de amortización al tercero.
CaixaBank ha colocado 1.000 millones, el mismo importe que los cuatro bonos sociales que ha emitido hasta la fecha. El apetito mostrado por los inversores ha permitido rebajar el precio. La operación partía con un diferencial de 170 puntos básicos sobre mid swap (tipo de interés libre de riesgo) y se ha cerrado con un spread de 150. Junto a la rentabilidad los bonos devengarán un cupón anual del 4,625%
A pesar de las dudas que sobrevuelan sobre el sistema bancario a raíz de la caída de tres bancos regionales en EE UU y la compra de Credit Suisse, los inversores siguen confiando en el papel de los bancos españoles. La mejor prueba de esto es que la emisión se cerró con una demanda superior a los 1.750 millones. CaixaBank, Commerzbank, Crédit Agricole, HSBC y Natixis han sido los bancos colocadores.
Con la de hoy (la primera emisión social de una entidad española en 2023) son ya cinco los bonos sociales que ha vendido CaixaBank. Además de la colocación efectuada en enero de 2022 se suma las realizadas en mayo de 2021, en julio de 2020 y en septiembre de 2019. Desde la entidad señalan que esta operación ayudará a reforzar su posición en las emisiones ligadas a los objetivos de desarrollo sostenible (ESG). A los cinco bonos sociales se suman seis bonos verdes. En la actualidad cuenta con un total de 10.000 millones de euros y 500 millones de libras esterlinas en emisiones ESG vivas en mercado.
FUENTE: MSN