Chevron Corp podría obtener pronto la aprobación de Estados Unidos para ampliar sus operaciones en Venezuela y reanudar el comercio de su petróleo una vez que el gobierno venezolano y su oposición reanuden las conversaciones políticas.
Esta posibilidad significaría un alivio de las sanciones contra Venezuela en un momento en el que Estados Unidos está presionando por una mayor producción de petróleo para aliviar los precios en alza.
La autorización de EE.UU. para que Chevron ayude a reconstruir la decaída producción de petróleo del país era uno de los principales elementos para propiciar las conversaciones entre el gobierno venezolano y su oposición.
Ambas partes venezolanas y los funcionarios estadounidenses están presionando para mantener conversaciones en la Ciudad de México este fin de semana, la primera desde octubre de 2021.
Chevron ha estado buscando el permiso de Washington para tomar el control de cuatro empresas conjuntas con PDVSA, mientras que esa autorización se ha retrasado por parte del gobierno estadounidense.
La administración del presidente estadounidense, Joe Biden, tiene motivos para conceder a Chevron una licencia de explotación más amplia, ya que el aumento de la producción de shale en Estados Unidos se está ralentizando, al tiempo que las exportaciones de petróleo de Rusia se están reduciendo debido a las sanciones y La OPEP+ ha recortado la producción en 2 millones de bpd hasta finales de año. A su vez, tampoco se están suavizando las sanciones a Irán.
Los funcionarios de la Casa Blanca pretenden “cambiar las ventas de petróleo de los canales ilícitos y no transparentes a los canales transparentes y legítimos”, dijo una de las personas familiarizadas con el caso.
La administración de Biden había señalado que cualquier flexibilización de las sanciones a Venezuela, incluida la concesión a Chevron de una amplia licencia para reactivar la producción de petróleo y recuperar los privilegios comerciales en Venezuela, sólo se produciría si las dos partes progresan en las conversaciones políticas.
En las últimas semanas, representantes de ambas partes mantuvieron conversaciones en París bajo los auspicios de los presidentes de Francia, Colombia y Argentina para desbloquear la situación política.
El Tesoro de Estados Unidos podría emitir una nueva licencia el lunes o el martes. La ampliación de los términos no sería una respuesta a las preocupaciones sobre el precio de la energía, sino que reflejaría un deseo de “apoyar la restauración de la democracia en Venezuela”.
La producción y sanciones
Venezuela alberga las mayores reservas de petróleo del mundo, con 303.000 millones de barriles, pero no ha podido alcanzar sus objetivos de producción debido a la escasa inversión, el escaso mantenimiento, la falta de suministros y las sanciones de Estados Unidos.
La petrolera estatal venezolana PDVSA produjo sólo 666.000 bpd en septiembre de este año, frente a los cerca de 3,5 millones de bpd que bombeaba a finales de la década del 90. Devolver a Venezuela su antigua gloria requiere la implicación de las grandes empresas occidentales, y Chevron es la única que permanece en el país.
Chevron es socio de PDVSA en varias empresas conjuntas de petróleo que bombean y procesan el crudo para su exportación. En conjunto, las empresas habían producido unos 200.000 barriles por día (bpd) antes de que las sanciones de Estados Unidos y la falta de financiación redujeran su producción.
Tras las sanciones petroleras a Venezuela en 2019, Chevron obtuvo una exención para comercializar su crudo venezolano para recuperar miles de millones de dólares en deuda pendiente. Esos privilegios fueron suspendidos por el entonces presidente Donald Trump un año después.
Este año, Estados Unidos comenzó a considerar la solicitud de Chevron para ampliar sus operaciones con más urgencia, ya que Washington buscaba petróleo para reemplazar los suministros que han salido del mercado.
FUENTE: WORLD ENERGY TRADE