Después del impulso de la administración de Joe Biden para crear políticas sobre los activos digitales, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York junto a varias compañías financieras de Estados Unidos ha anunciado el primer proyecto de prueba de concepto (PoC) del dólar digital.
Una iniciativa con el apoyo de gigantes.
Los actores financieros tradicionales, por lo general, han visto a las criptomonedas con escepticismo y han sido cautelosos a la hora de evaluar su aceptación. Sin embargo, cuando se trata del dólar digital el entusiasmo parece ser mucho mayor.
Los gigantes BNY Mellon, Citi, HSBC, Mastercard, PNC Bank, TD Bank, Truist, US Bank y Wells Fargo serán los primeros en participar en la primera prueba del dólar digital, supervisados de cerca por la Reserva Federal. Son algunas de las compañías con mayor peso en el mundo financiero.
La prueba de concepto.
Es un elemento clave para encontrar los puntos débiles de cualquier proyecto. En este caso se hará una implementación reducida de los sistemas involucrados en la interoperabilidad del ecosistema financiero con el dólar digital.
Empezando ahora, durante doce semanas se probará la red de responsabilidad regulada (RLN). En la plataforma, los bancos participantes del experimento operarán con tokens que representarán los depósitos de los clientes que se liquidarán en una reserva central en un libro mayor distribuido compartido. Todo esto se realizará en un entorno de prueba y con datos simulados.
Diferencias entre el dólar digital y otras monedas digitales.
A diferencia de las monedas digitales como Bitcoin y Ether, el dólar digital se emitirá de forma centralizada y estará respaldado por la Reserva Federal. Desde el punto de vista económico, el valor del dólar digital estará atado al del dólar fiat, y no al que determinan, entre otras cosas, la oferta y la demanda.
Los beneficios del dólar digital.
Según la Reserva Federal, la implementación la llegada del dólar digital de la mano de la red de responsabilidad regulada permitiría acelerar las transacciones y «crear oportunidades de innovación para mejorar los acuerdos financieros».
A principios de este año, la Casa Blanca había afirmado que el dólar digital tendría el potencial de respaldar transacciones eficientes y de bajo coste al tiempo que fomentaría un mayor acceso al sistema financiero. También mencionaba otras ventajas como «la protección del consumidor, la estabilidad financiera y la seguridad nacional».
Las opiniones en contra, de puertas adentro.
Uno de los miembros de la Junta de la Reserva Federal, Christopher Waller, recuerda que China es la principal economía en apostar por una moneda digital nacional y las razones no más que «monitorizar de cerca la actividad económica de sus ciudadanos».
Cada vez se habla más de las CBDC.
Las monedas digitales emitidas por un banco central están siendo exploradas por decenas de países. Uno de los ejemplos más notables, como mencionaba Waller, es el de China. El gigante asiático está impulsando la adopción del yuan digital, una realidad en más de 11 regiones. Desde que empezara a implementarse hasta finales de 2021, sus transacciones habían alcanzado un equivalente a 14.000 millones de euros.
Europa también tiene un lugar en esta carrera.
El Banco Central Europeo (BCE) está estudiando y analizando la creación del euro digital. Se trataría de una forma digital de dinero del banco central que dependería directamente de la institución. Si el proyecto avanza a buen ritmo, el euro digital podría llegar en 2025.
¿De dónde viene el interés para lanzar el dólar digital?
La decisión de Estados Unidos de apostar por el dólar digital debe entenderse en el contexto económico actual. Pese a la volatilidad del mercado y los infortunios de los exchanges, las criptomonedas son una realidad.
No regular el mercado de las criptomonedas y renunciar a un dólar digital podría acabar perjudicando el liderazgo del país en los mercados mundiales. En este sentido, la regulación parece cada vez más cerca, al igual que la llegada del e-dólar. Estados Unidos parece dispuesto a no quedar se de brazos cruzados.
No veremos cambios en el corto plazo.
Los deseos de EEUU de regular las criptomonedas y crear un dólar digital no tendrán efecto inmediato. En este proyecto intervendrán una gran cantidad de agencias federales que, de algún u otro modo, tocan el universo de las monedas digitales. Así, tendrán que ponerse de acuerdo para desarrollar medidas coordinadas.
FUENTE: XATAKA