La demanda de petróleo en China podría ser muy débil a principios de año, ya que la actividad manufacturera en el principal importador de crudo del mundo sufrió el mayor desplome desde los primeros días de la pandemia en febrero de 2020, en medio del aumento de los casos de Covid después de que China abandonara su política de “cero Covid”.
La marca de 50 puntos del índice separa la contracción del crecimiento, y las lecturas por debajo de 50 indican una contracción de la actividad. Así, en diciembre, la actividad manufacturera china cayó por tercer mes consecutivo y el descenso fue el más pronunciado desde el inicio de la pandemia en febrero de 2020.
La reapertura de China ha provocado un aumento del número de infecciones por Covid y, con una vacunación menor y menos eficaz en el país, han empezado a surgir escaseces de mano de obra e interrupciones en la cadena de suministro.
La economía china está teniendo un comienzo difícil en 2023, según declaró Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), al programa Face the Nation de la CBS en una entrevista emitida el domingo.
La reapertura de China y el aumento de las infecciones que le siguió son “malas noticias” para la economía mundial a corto plazo, dijo Georgieva.
“Durante los próximos dos meses, sería difícil para China, y el impacto en el crecimiento chino sería negativo. El impacto en la región sería negativo. El impacto en el crecimiento mundial sería negativo”, dijo la directora del FMI a la CBS.
“China se ha ralentizado drásticamente en 2022 debido a esta estricta política de cero COVID. Por primera vez en 40 años, es probable que el crecimiento de China en 2022 sea igual o inferior al crecimiento mundial. Esto no había ocurrido nunca. Y de cara al año que viene, durante tres, cuatro, cinco o seis meses, la relajación de las restricciones de COVID se traducirá en un aumento de los casos de COVID en toda China”, señaló Georgieva.
Los precios del petróleo se recuperaron en el último día de negociación de 2022, pero a pesar de la volatilidad a lo largo del año pasado, los precios subieron anualmente sólo un 10% en comparación con 2021, debido a la desaceleración china, los temores de recesión y las agresivas subidas de tipos de interés de la Fed y otros bancos centrales.
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