El Banco de Japón evaluó una futura salida de su postura ultralaxa
Los dirigentes monetarios del Banco de Japón debatieron el mes pasado la necesidad de examinar los efectos secundarios de una relajación monetaria prolongada y el impacto de una futura salida de los tipos de interés ultrabajos, según mostró el martes un resumen de opiniones.
El resumen indica que algunos responsables de la política monetaria están abriéndose poco a poco a la posibilidad de una retirada en el futuro del estímulo monetario radical desplegado por el gobernado del banco central Harujiko Kuroda hace casi una década.
Según el resumen de la reunión de política monetaria de octubre, muchos de los miembros del Consejo de Gobierno, compuesto por nueve personas, subrayaron la importancia de mantener por ahora la política monetaria ultralaxa por el momento, para asegurar que los salarios suban lo suficiente para compensar a los hogares por el aumento del coste de vida.
Sin embargo, algunos dirigentes han visto signos de que la reciente presión inflacionista impulsada por los costes se estaba extendiendo, y uno advirtió que “no se puede descartar un desborde de inflación”, según el resumen.
“Es importante que sigamos examinando el efecto de futuras estrategias de retirada (de las políticas monetarias ultrablandas) en los mercados, y si los participantes estarán bien preparados para ello”, dijo uno de los miembros.
De acuerdo con otra opinión citada en el resumen, aunque no es necesario modificar inmediatamente la política monetaria, el Banco de Japón debe prestar atención a los efectos secundarios de la relajación monetaria prolongada.
Los comentarios ponen de manifiesto la diferencia de opiniones que está surgiendo entre los argumentos de Kuroda para mantener una política monetaria ultralaxa y las opiniones de otros miembros del Consejo de Gobierno, más abiertos a la idea de debatir una futura eliminación de los tipos de interés ultrabajos.
La tasa de inflación subyacente de Japón se aceleró hasta un nuevo máximo de 8 años en septiembre, el 3,0%, poniendo en entredicho la decisión del banco central de mantener una política monetaria ultrablanda, mientras que la caída del yen a mínimos de 32 años empuja el coste de las importaciones.
Kuroda ha descartado modificar los objetivos monetarios del Banco de Japón, fijados en el -0,1% para los tipos a corto plazo y en torno a cero para el rendimiento de los bonos a 10 años, ante la opinión de que la inflación volverá a situarse por debajo del objetivo del banco central del 2% el próximo año fiscal.
Sin embargo, los críticos señalan el creciente coste de la relajación prolongada. La continua defensa del banco central de su tope a los rendimientos a 10 años ha distorsionado la curva de los rendimientos, que se ha visto presionada al alza por el aumento global de los tipos de interés, a la vez que ha elevado el coste de las importaciones de materias primas al debilitar el yen.
Algunos agentes del mercado apuestan que el banco central japonés modificará su política de control de la curva de rendimientos cuando el mandato de Kuroda finalice el año que viene.
FUENTE: INFOBAE