CAP, el mayor productor de acero de Chile, está desarrollando una planta piloto de hidrógeno verde para descarbonizar la producción de acero en su unidad de la ciudad de Talcahuano, situada a unos 500 km de la capital, Santiago.
El objetivo de la división siderúrgica de la empresa es sustituir el carbón utilizado en sus altos hornos por combustibles menos contaminantes, entre ellos el hidrógeno, un gas combustible limpio al que se suele denominar “el combustible del futuro”.
Las pruebas actuales cuentan con el respaldo de la iniciativa chilena Acelerador de Hidrógeno Verde (H2V), que pretende contribuir al desarrollo de la industria del país.
El proyecto H2V de CAP tiene previsto producir 1.550 toneladas de hidrógeno verde y ayudar a consolidar una línea de acero verde para 2030.
La fase piloto se extenderá hasta 2025, con una producción de 25.000 toneladas anuales de hierro esponja o briquetas de hierro caliente, materiales clave para las acerías.
La responsable de infraestructuras de CAP, Patricia López, explicó el miércoles en un evento del sector que la empresa evaluará el actual modelo de negocio hasta 2029.
Añadió que el plan consistía en evaluar cuánto están dispuestos a pagar los clientes actuales y futuros por el acero verde.
Chile sueña con el hidrógeno
Chile, primer productor mundial de cobre 1 del mundo, se ha fijado el objetivo de generar el hidrógeno verde más barato del planeta en 2030. También quiere convertirse en uno de los tres mayores exportadores de este combustible alternativo en 2040.
Según un estudio de McKinsey de 2020, el país sudamericano se encuentra en una situación única, ya que los “recursos renovables sin parangón de Atacama y la Patagonia lo convierten en el lugar de menor coste del mundo para producir hidrógeno verde”.
La consultora calcula que, para 2050, Chile podría producir un kilogramo de hidrógeno, que contiene aproximadamente la misma energía que un galón de gasolina, por tan sólo entre 80 céntimos y 1,10 dólares.
La Agencia Internacional de Energías Renovables calcula que el hidrógeno representará hasta el 12% del consumo mundial de energía en 2050 y ha señalado a Chile, Marruecos y Namibia como países que podrían convertirse en los primeros exportadores.
En diciembre, el Gobierno chileno inauguró Haru Oni, la primera planta de hidrógeno integrada, comercial y a escala industrial del mundo para fabricar combustibles sintéticos neutros para el clima.
El complejo piloto fue montado por un conjunto de empresas locales e internacionales: compañías energéticas y mineras, empresas de ingeniería e incluso un fabricante de automóviles.
A finales de 2022, Haru Oni se convirtió en el primer proyecto de éxito para transformar los implacables vientos de la Patagonia en gas sintético, pero su principal objetivo actual es el hidrógeno verde.
FUENTE: MINING