Las instituciones financieras tradicionales como el Fondo Monetario Internacional, han venido descalificando a El Salvador al arrojar observaciones negativas, después que el país centroamericano adoptó a bitcoin como moneda de curso legal el año pasado.
Sin embargo, la semana pasada, la calificadora crediticia Fitch Ratings volvió a bajar la calificación crediticia de El Salvador pasándola de CCC (riesgo crediticio sustancial) a CC (niveles muy altos de riesgo de crédito). Esto sucede aun cuando el Gobierno salvadoreño le ha restado importancia a las pérdidas por la caída del precio de bitcoin.
El ministro de Hacienda de El Salvador, Alejandro Zelaya, hace meses atrás salió al paso de los comentarios que aseguran que la nación centroamericana ha perdido más de USD 40 millones de las reservas nacionales en ese criptoactivo. Zelaya aclaró que «especulan con una supuesta pérdida de USD 40 millones que no se ha dado, porque no hemos vendido las monedas, no se han enajenado».
En ese momento, el funcionario agregó: «¡Por Dios! Nuestro presupuesto es casi de USD 8.000 millones; USD 40 millones no representa ni el 0,5 % de nuestro presupuesto».
Por otro lado, el gobierno tiene planes de lanzar sus bonos bitcoin a finales de año, y al respecto asegura que solo está a la espera de que culmine el proceso para regular la herramienta financiera.
Entre tanto, con la intención de mejorar la imagen del país en los mercados internacionales, El Salvador lanzó el lunes la oferta de compra de bonos de la deuda externa que vencen en 2023 y 2025, equivalentes a 1.600 millones de dólares.
«Hoy hemos lanzado oficialmente la oferta de compra de toda nuestra deuda externa con vencimiento del 2023 al 2025. Todos los poseedores de bonos de la República de El Salvador pueden acceder a esta recompra pública y voluntaria», informó el presidente Nayib Bukele en Twitter.
La oferta de compra de los bonos inició con el anuncio del mandatario, y la liquidación ofrecida concluirá el 22 de septiembre de 2022.
FUENTE: CRIPTONOTICIAS
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