El uso de misiles capaces de volar a Match 10 en la guerra de Ucrania obliga a la UE a diseñar un nuevo sistema de defensa que deberá estar listo para 2035
La velocidad del sonido son 343,2 metros por segundo, unos 1.235,5 kilómetros por hora, pero no es una velocidad constante, sino que varía según el entorno donde se mida (la cifra estándar se saca a nivel del mar, con 20ºC de temperatura y una humedad del 50%9). Para solucionar esas variables, en aeronáutica se utiliza el término Match 1 como sinónimo de velocidad del sonido, Match 2 cuando es el doble de esa velocidad y así sucesivamente. Una aeronave supersónica va más o menos de Match 1 a Match 5, es decir, hasta cinco veces más rápido que el sonido (el Concorde volaba a Match 2). Valorar estas cifras no es sencillo y si nos ponemos a hablar de velocidades hipersónicas, que irían del Match 5 en adelante, la tarea se vuelve imposible. Pues bien, a esa velocidad imposible es a la que vuelan los misiles utilizados por Rusia, lo que hace muy difícil alcanzarlos, y a esa velocidad es a la que volarán los interceptores europeos del programa Hydef (European Hypersonic Defence Interceptor), liderado por la empresa española Sener Aeroespacial, con los que la UE se defenderá en el futuro de un posible ataque hipersónico.
El programa costará 110 millones de euros de los que Europa pondrá un máximo de 100, el resto correrá a cargo de las propias empresas. El programa tiene una duración de tres años en los que se desarrollarán las tecnologías y se definirán los conceptos de estos sistemas de respuesta a las amenazas más veloces, ya sean en forma de misiles balísticos o de vehículos no tripulados. Lo único claro por el momento es que el sistema de intercepción será endoatomosférico, lo que quiere decir que actuará dentro de la atmósfera. El consorcio tiene ahora cuatro meses por delante para estructurar sus propuestas tecnológica e industria para definir, por un lado, cómo será el interceptor y, por otro, qué hará cada empresa. La firma final del contrato estar prevista para diciembre de este año.
La necesidad de contar con este tipo de sistemas defensivos es indiscutible después del uso de misiles balísticos por los rusos en su invasión de Ucrania. Sistemas como el Kinzhal, capaces de volar a Match 10, o los Avangard, que además de alcanzar velocidades hipersónicas pueden maniobrar cuando está en altitudes bajas, han dado la voz de alarma sobre la necesidad de tener con qué pararlos.