“Las lecturas del IPC de agosto, sorprendentemente fuertes, indican que la inflación sigue siendo más persistente de lo deseado. A pesar de un fuerte descenso del 10,6% en los precios de la gasolina, y en contra de las expectativas de un descenso del IPC general, éste subió un 0,1%.
El IPC subyacente desafió las previsiones de una subida moderada y, en cambio, se disparó un 0,6%, impulsado por el aumento de los precios de los servicios básicos (+0,6%), aunque también los precios de los bienes básicos (+0,5%) registraron una sólida subida. Los precios de los alimentos también subieron un 0,8%”, apunta Kathy Bostjancic, economista de Oxford Economics, tras el dato de IPC de EEUU en agosto.
FUENTE: ELECONOMISTA.ES
NOTICIAS DE TU INTERÉS
Morgan Stanley recorta perspectivas del petróleo por temores de recesión
Futuros de soja y maíz en EEUU se mantienen cerca de máximos de tres meses; trigo repunta
Los precios del crudo suben por la preocupación sobre la escasez de suministros