El Banco Central Europeo (BCE) dio inicio el pasado mes de julio a un ciclo monetario restrictivo que, por ahora, incluye subidas de tipos de interés sin parangón en la corta historia del euro (50 y 75 puntos básicos). El incremento del precio del dinero encarece el coste de financiación para las empresas, reduciendo la rentabilidad de sus operaciones y forzando a las menos solventes/rentables a reducir sus inversiones y gastos. Entre estas medidas de austeridad empresarial se puede incluir el congelamiento de los salarios, reducciones de jornada o despidos.
Una parte de nada desdeñable de economistas creen que esta vez resultará imposible devolver la inflación al objetivo sin ‘destruir’ el mercado laboral. El economista jefe del BCE, Philip R. Lane, ha reconocido en una entrevista publicada este martes por el diario austriaco Der Standard que existe esta relación entre mayores tipos de interés y la debilidad del mercado laboral.
FUENTE: LA REPUBLICA
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