El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, ha anunciado este viernes que el límite a la subida de los precios de la electricidad se mantendrá más allá de 2023 y se retirará progresivamente a lo largo de un periodo de dos años, alegando que los precios de la electricidad aún no se han normalizado.
Francia ha limitado la subida de los precios de la electricidad al 4% en 2022 y al 15% este año en un esfuerzo por proteger a los consumidores con el llamado “escudo tarifario”.
Los precios europeos de la electricidad se dispararon el año pasado, sobre todo por las consecuencias de la guerra en Ucrania y el descenso récord de la producción nuclear en Francia, donde la empresa estatal Electricite de France SA (EDF) se apresura a reparar los reactores afectados por la corrosión bajo tensión.
Mantener los precios máximos más allá de este año presionará aún más las finanzas de EDF, que se esfuerza por contratar y formar a personal suficiente para construir varias centrales nucleares nuevas en las próximas décadas.
“Los precios de la electricidad no se han normalizado, así que nos tomaremos un poco más de tiempo para retirar el tope de precios. Nos doy otros dos años, hasta principios de 2025”, declaró Le Maire a la emisora LCI en una entrevista.
Los precios al por mayor siguen siendo elevados y la producción de energía de EDF es algo inferior a lo previsto, lo que justifica el mantenimiento del blindaje de los precios de la electricidad.
Le Maire, sin embargo, dijo que el gobierno probablemente pondrá fin a precios máximos similares para el gas natural a finales de 2023, porque los precios del gas han bajado significativamente en los últimos meses después de haber subido tras la invasión de Rusia de Ucrania.
“No hay razón para mantener un blindaje de los precios del gas cuando los precios han vuelto a los niveles anteriores a la crisis”, dijo.
El Gobierno del presidente Emmanuel Macron ha convertido en una prioridad proteger a los ciudadanos de las facturas al alza en medio de las elevadas tasas de inflación en toda la eurozona, mientras crece la indignación por el aumento de dos años de la edad legal de jubilación.
Además de limitar en un 15% la subida de las tarifas energéticas, el Gobierno también ha presionado a los minoristas para que garanticen precios asequibles de los alimentos.
El Gobierno calcula que los diversos mecanismos de limitación de precios han ahorrado a un hogar medio entre 180 y 200 euros al mes. En 2022, el Estado gastó unos 24.000 millones de euros en su blindaje de precios, gran parte de los cuales se financiaron con impuestos sobre los denominados superbeneficios de las empresas energéticas.
