La start-up californiana Hyperion Motors ha presentado en el Salón del Automóvil de Los Ángeles un supercoche eléctrico de hidrógeno. Sobre el papel, el XP-1 ofrece unas enormes prestaciones de conducción y una extraordinaria autonomía. La empresa también ha presentado la solución de infraestructura necesaria.
Así, el XP-1 supera claramente al “hiper SUV” Drako Dragon, que también se presentó en Los Ángeles, en la mayoría de los puntos. Sólo en el sprint, el BEV-SUV tiene una ligera ventaja. Sin embargo, en términos de autonomía (675 kilómetros), el deportivo H2 está muy por delante.
Para lograr estos datos de autonomía y rendimiento, Hyperion Motors ha desarrollado un sistema de propulsión especial que, a diferencia de la mayoría de los FCEV, prescinde de una unidad de almacenamiento de iones de litio como batería de reserva. A bordo hay un sistema de pila de combustible y depósitos de hidrógeno de fibra de carbono, así como supercondensadores en lugar de baterías.
Lo único es que Hyperion todavía se reserva los datos técnicos concretos de los distintos componentes. Por tanto, no está claro el tamaño de los supercondensadores ni el tiempo que pueden suministrar esta enorme potencia antes de tener que ser recargados por la pila de combustible. Como tampoco hay información precisa sobre la potencia de la pila de combustible, tampoco está claro cuánto tiempo debe durar esta recarga o amortiguación de la energía.
Por ejemplo, se dice que el módulo de pila de combustible XP-1 Hypercell utiliza una “arquitectura aérea y espacial de pila de combustible altamente eficiente” que emplea “membranas recubiertas con un catalizador de la mejor calidad de la industria, capaz de reducir los metales de tierras raras y prolongar la vida útil”. Se dice que el rendimiento se multiplica por dos, al igual que la eficiencia, y que la durabilidad es hasta tres veces mayor. Sin embargo, no se menciona la línea de base en la que se basa esta mejora.
El vehículo en sí se basa en una plataforma de “tabla de surf” desarrollada por Hyperion, probablemente llamada así en referencia a las plataformas de monopatín de los coches eléctricos de batería.
Se dice que el chasis plano con la pila de combustible y los supercoches está disponible en varias configuraciones de motor (en el supercoche hay cuatro motores de flujo axial) y puede “utilizarse para una variedad de arquitecturas de vehículos, desde turismos hasta vehículos comerciales”. En el caso del XP-1, se ha utilizado un chasis de fibra de carbono y titanio, por lo que se dice que el peso total es de poco más de 1.000 kilogramos.
No sólo con la tecnología, sino también con el diseño de la carrocería, el Hyperion sigue su propio camino: Hay alas ajustables en el lateral, que recuerdan al diseño curvo de Bugatti. En el XP-1, sin embargo, están equipadas con módulos solares, aunque es poco probable que la peor aerodinámica de estas “aspas de aire solar” compense la ganancia de autonomía de los módulos solares.
Hyperion tiene previsto construir 300 unidades del XP-1 en Estados Unidos. Los precios se anunciarán más adelante.
Además del XP-1, cuya producción en el tiempo es bastante improbable dada la falta de información detallada, Hyperion ha anunciado la introducción de las llamadas Hyper:Fuel Mobile Stations. Las estaciones móviles de energía contienen un dispensador de hidrógeno para vehículos de pila de combustible. Las estaciones se fabricarán en la sede de producción de 65 acres de la empresa en Columbus, Ohio, según la compañía. El objetivo de Hyperion es instalarlas en todo Estados Unidos y formar una “Red Hyper:Fuel” dinámica con socios a partir de 2023.
FUENTE: ELECTRIVE
