Irak se propone poner en marcha a finales de 2023 un proyecto destinado a capturar 200 millones de pies cúbicos diarios de gas quemado procedente de dos yacimientos meridionales, según ha anunciado hoy el Ministerio de Petróleo, unos seis meses antes de lo previsto.
Se basa en un acuerdo preliminar firmado entre la empresa estatal iraquí South Gas y Baker Hughes un año antes, en septiembre de 2020. South Gas es el accionista mayoritario de la empresa iraquí Basrah Gas (BGC), dirigida por Shell.
El Ministerio de Petróleo iraquí declaró poco después de la firma de septiembre de 2021 que la empresa estadounidense había comenzado los trabajos preparatorios a principios de ese año y que estaba previsto que el proyecto finalizara a mediados de 2024.
Hoy, Karim Hattab, subsecretario de extracción del Ministerio, ha declarado que Irak espera poner en marcha el proyecto “a finales” del próximo año.
El gas capturado se utilizará para producir electricidad, y el GLP y el condensado ayudarán a satisfacer la demanda interna de gas para cocinar.
El gas sobrante se destinará a la exportación.
El Ministerio de Petróleo renovó su compromiso de contribuir a acelerar el proyecto agilizando los trámites necesarios para conseguir el equipo y la tecnología necesarios para su finalización. Baker Hughes ha declarado que está utilizando en el proyecto tecnología modular avanzada de procesamiento de gas desarrollada en EE.UU. e Italia.
Según el Banco Mundial, Irak quemó 17.890 millones de m³ de gas en 2021, frente a los 17.370 millones de m³ de 2020, lo que lo convierte en uno de los mayores protagonistas mundiales de la quema de gas asociado.
Dado que el país carece de la infraestructura necesaria para captar y utilizar el gas, Irak ha dependido en gran medida de la vecina Irán para la importación de gas y electricidad.
Pero éstas se han visto interrumpidas en los últimos años, debido a las dificultades financieras de Irak y a la disponibilidad de las exportaciones del propio Irán en momentos de alto consumo interno.
En junio, Irán interrumpió el suministro de gas a su vecino por impago de atrasos, lo que provocó una prolongada escasez de electricidad y malestar político en Irak, sobre todo durante los calurosos meses de verano, cuando las temperaturas superan regularmente los 50°C.
FUENTE: Argus Media