Francia y España anunciaron el jueves un gran avance en el prolongado estancamiento del que sería el primer enlace eléctrico submarino entre ambos países.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia de España (CNMC) y la Comisión Reguladora de la Energía de Francia (CRE) dieron luz verde a un nuevo acuerdo de reparto de costos entre los dos países para un proyecto que se abordó por primera vez en 2017 tras un fuerte aumento de su costo estimado.
El cable de 400 km de longitud (250 millas) que se extiende desde la costa norte de España hasta la costa occidental de Francia a través del Golfo de Vizcaya se estima ahora en un costo total de alrededor de 2.850 millones de euros (3.010 millones de dólares), por encima de la estimación inicial de 1.750 millones de euros, dijo la CNMC.
La Unión Europea aportará al menos 578 millones de euros para sufragar el costo, Una vez descontadas las ayudas comunitarias, el reparto de costos será del 54% para España y del 46% para Francia. La carga para España es ligeramente inferior a lo acordado en 2017, según una fuente del regulador español.
El operador de la red eléctrica española, REE, achacó el aumento de los costes a la “saturación de los mercados de producción de materiales” y a la escasez de empresas con capacidad técnica para construir el cable.
“Los beneficios esperados del proyecto también han aumentado considerablemente, debido a la evolución prevista del mix energético y del consumo de electricidad en los países europeos, en un contexto de aceleración de la transición energética”, dijo la CNMC en un comunicado.
El proyecto aumentará la capacidad de interconexión entre los dos países de 2,8 gigavatios a 5 GW y se espera que entre en funcionamiento en 2028, dijo la CRE.
El proyecto permitiría a España inyectar su abundante energía renovable en una red europea más amplia, lo que hace que sea cada vez más importante después de que la invasión rusa de Ucrania desatara una crisis energética en Europa el año pasado.