La última semana se han leído en México opiniones muy optimistas de la economía. Después de que el reconocido analista Ian Bremmer se reuniera con el presidente Andrés Manuel López Obrador, Bremmer se expresó de manera positiva de la segunda economía de Latinoamérica. “México tiene su cuota de problemas”, escribió, pero “tanto en lo político, como en lo económico, México es fuerte y se está fortaleciendo aún más”.
El lunes, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, publicó una columna en el diario Milenio en el que asegura que “la nueva política económica en esta Administración ha sido exitosa” a pesar de los choques externos como fueron la pandemia de la covid-19 y el alza global de las tasas de interés. Tanto Bremmer como Ramírez de la O refieren a una nueva tendencia global que pudiera hacer de México una potencia mundial de manufactura: la relocalización de empresas de Asia a países más cercanos a Estados Unidos. Se espera que este sea un tema central en la Convención Bancaria de México, que arranca este jueves en Mérida (Yucatán), y que contará con la participación de Ramírez de la O y del presidente López Obrador.
La responsabilidad fiscal de la Administración y el incremento en el salario mínimo son algunos de sus logros, opina Sofía Ramírez Aguilar, directora del centro de investigación y análisis México, ¿cómo vamos?, “pero la recuperación económica no está siendo suficiente para incrementar el bienestar”.
Lo bueno
Muchas de las profecías anunciadas por opositores a este Gobierno no se cumplieron. No ha habido fuga de capitales, ni una depreciación de la moneda, por ejemplo. El compromiso del presidente López Obrador por no aumentar la deuda ha atraído a inversores extranjeros a comprar deuda de portafolio (sobre todo a partir del atractivo diferencial de tasas que ha mantenido el banco central). Las tasas de interés de los bonos soberanos se han mantenido estables y el país ha preservado su grado de inversión crediticio. Además, la moneda está entre las más apreciadas del 2022 y —a excepción de los últimos días ante la crisis bancaria en EE UU— ha seguido subiendo este año.
El ingreso de divisas no es solo por inversión de portafolio, las exportaciones se han fortalecido y el turismo se ha recuperado. Además, el mercado laboral ha visto una importante recuperación a partir de las restricciones impuestas a la subcontratación, de manera que en lo que va del año se han creado más de 200.000 empleos formales registrados ante la seguridad social.
“Eso que dicen es correcto”, dice Benito Berber, economista jefe para América en el banco de inversión Natixis. “La parte fiscal es una de las fortalezas de este Gobierno, es un Gobierno que no gasta”. El conflicto entre China y Estados Unidos así como el proyecto insignia de la Administración de Joe Biden, la Ley de Reducción de la Inflación, le da gran cancha a México para que se hagan fábricas de productos eléctricos. “Todo eso le ayuda, está bien, pero me parece que ver solo eso es ser muy selectivos”, opina Berber.
Lo malo
Tanto Berber como Ramírez Aguilar coinciden que, si bien el gasto ha generado confianza en los mercados, lo poco que ha gastado López Obrador lo ha hecho mal. Dos de sus obras estrella, el Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA) y la Refinería Olmeca de la empresa del Estado Petróleos Mexicanos (Pemex), son inversiones que no son multiplicadores de réditos para el país. “No hay una discusión seria de si el gasto ha sido en proyectos que van a beneficiar a México”, dice Berber.
La macroeconomía, desde el ámbito fiscal, se ve sana, argumenta Ramírez Aguilar, “pero desde el punto de vista de la producción estamos estancados”. Apenas en el último trimestre del año pasado, México regresó a su nivel de Producto Interno Bruto (PIB) prepandemia, el último país de la región en lograrlo. Y el PIB per cápita muestra que el país está en niveles de 2014, de acuerdo con estimados de México, ¿cómo vamos?
“El crecimiento sí está subiendo, pero más bien como inercialmente”, dice la economista, “está llegando un montón de inversión extranjera directa, pero podría ser más. Tenemos un tratado de libre comercio que debiéramos estar utilizando al 100% en vez de estar disputando pelea”. A pesar de que fue bajo la Administración de López Obrador que se firmó y entró en vigor el tratado comercial entre los países de Norteamérica, el TMEC, el Gobierno está en disputa en dos sectores claves para la economía: el de agricultura y el energético.
El Gobierno de López Obrador ha implementado la subida en salarios mínimos más agresiva en los últimos tiempos, algo que analistas coinciden era necesario, ya que los sueldos estaban entre los más bajos del continente. Sin embargo, la inflación sigue rampante. Su más reciente registro fue de 7,62%. Pero la inflación en alimentos es más alta: 12,35% anual en febrero, según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi). Cuatro de cada 10 mexicanos trabajan pero viven en pobreza laboral.
Lo pendiente
“También ha habido oportunidades perdidas”, dice Berber. “López Obrador nacionalizó el litio y eso es una oportunidad perdida brutal porque la ley de reducción de la inflación pasada por Biden en EEUU le da a México oportunidad de que los coches con los minerales que vienen de países con los que Estados Unidos tiene tratados son más atractivos para consumidores. Si México tuviera una política más sensata, sería todavía un boom de litio”.
En los últimos meses, el Gobernador del Estado de Sonora, Alfonso Durazo, en donde se encuentra el mayor yacimiento de litio identificado en México, ha recibido a diplomáticos, empresarios y líderes de opinión para promover la inversión en explotación y producción del mineral, necesario para producir baterías eléctricas que se espera reemplacen a los tanques de combustibles fósiles. Sin embargo, López Obrador ordenó, por decreto, que la Secretaría de Energía o la Comisión Federal de Electricidad tienen que ser socios en cualquier inversión privada, limitando su potencial y comprometiendo, aún más, el presupuesto federal.
La de López Obrador ha sido una Administración que ha sacudido casi todos los sectores, pero los que más se dan visto afectados por los recortes presupuestales son, quizás, el del los cuidados y de salud. “Vemos elementos que nos permiten saber que esa falta de inversión en salud está cobrando vidas, más de mujeres que de hombres”, señala Ramírez Aguilar. Datos del Inegi muestran que más mujeres se murieron por tumores malignos en los primeros seis meses de 2022, que en mismo periodo en 2021.
“Cuando revisas por qué este exceso en mortalidad, ves que hubo un incremento considerable, en particular, en cáncer de mama, un tipo de cáncer que hoy en día es curable si se detecta a tiempo”, dice Ramírez Aguilar. “Este exceso de mortalidad es porque la estás diagnosticando muy tarde y eso quiere decir que no estás invirtiendo en sectores que podrían estar salvando vidas humanas”.