La inflación está sangrando los bolsillos de los españoles y para ello está utilizando el gasto que hace a los hogares más vulnerables: la alimentación. Los consumidores notan los efectos de las presiones inflacionarias cada vez que ponen un pie en la calle. Todo está por las nubes. Los carburantes, la electricidad, el gas, la vivienda, el ocio, pero sobre todo, la cesta de la compra. En el mes de julio, la inflación anual en España se situó en el 10,8%, según señala el indicador adelantado del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este nuevo avance del Índice de Precios de Consumo (IPC) implica que los precios se elevaron en julio hasta niveles no alcanzados desde septiembre de 1984. Este nuevo «tirón» en la inflación española se debe principalmente a la subida del precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas. Y es que, aunque solo con entrar en supermercado se puede comprobar esta tendencia, cada vez son más los estudios que alertan de un encarecimiento nunca antes visto del precio de los alimentos. El último en en hacerlo ha sido el Banco de España, que pone el foco en el alza sin precedentes del precio de las materias primas alimenticias.
Los alimentos se encarecen más en España que en el resto de la zona euro
El artículo «El aumento de los precios de las materias primas alimenticias y su traslación a los precios de consumo en el área del euro» publicado por la Dirección General de Economía y Estadística de Banco de España expone que el precio de los alimentos supone el 17% del alza inflacionista en el conjunto de la zona euro, contribuyendo en 0,9 puntos al avance del índice armonizado de precios de consumo (IAPC) –que mide la inflación de los precios de consumo en la zona del euro asegurando la comparabilidad de los datos entre países–. Mientras, en España, el peso del encarecimiento de los alimentos aumenta hasta el 22%, contribuyendo en 2,9 puntos a la inflación del país. Es decir, en España los incrementos son mayores que en la zona euro.
Según el informe, en España, el precio del aceite se incrementó en junio un 37% interanual y los cereales, el café, los lácteos y huevos, y la carne lo hicieron en torno a un 16%, 11%, 16% y 10%, respectivamente. Mientras, en la zona euro las subidas fueron más moderadas. En los países que tienen como moneda común el euro, el aceite se encareció un 29% interanual, y los cereales y el café un 11%, mientras que lácteos y huevos, y carne lo hicieron en torno a un 12%.
Si se comparan los incrementos desde enero de 2021, cuando empezó la escalada de precios de las materias primas alimenticias, la brecha entre el encarecimiento de la zona euro y el de España se agranda. En España, los precios han aumentado de forma más notable desde principios de 2021: un 56% el aceite, un 17% los cereales, un 16% los lácteos y huevos, y un 10% la carne. Mientras en el área del euro, el aceite es ahora un 34% más caro que en enero de 2021, y los cereales y los lácteos y huevos son un 12% y 13% más costosos, respectivamente.
La evolución futura de los precios de los alimentos está sujeta a una «elevada incertidumbre», advierte el informe, y la continuación del conflicto en Ucrania «seguirá ejerciendo presiones alcistas». Según señala el Banco de España, por una parte, estos países son importantes productores de materias primas alimenticias, como los cereales, y sus capacidades de producción y de exportación se encuentran significativamente limitadas. Por otra parte, el conflicto está afectando a los precios de la energía y de los fertilizantes, que son dos suministros cruciales en los procesos de producción de las actividades agrícolas.
Asimismo, apunta a que la escalada de los precios y las disrupciones en la oferta proveniente de Rusia y de Ucrania, junto con algunos desarrollos climáticos adversos, están llevando a algunos países a prohibir o a imponer restricciones a las exportaciones de algunas materias primas alimenticias, lo que supone un tensionamiento adicional de las cadenas globales de suministro de los alimentos, con el potencial de generar aumentos adicionales muy persistentes de los precios internacionales.