Buscando el 2%.
“Es probable que la caída de los precios españoles del gas y la electricidad que ya se ha producido haga que la inflación energética se desplome a menos del 20% en los próximos meses, lo que a su vez hará que la inflación general se sitúe por debajo del 2%. La inflación subyacente del IPC armonizado (IPCA, que permite la comparativa en la eurozona) también seguirá siendo probablemente más baja en España que en el conjunto de la eurozona”, apunta Andrew Kenningham, economista jefe de Capital Economics para Europa en una nota para clientes.
Todo a la energía.
La principal razón de la caída ha sido el desplome de la inflación energética. “Si los precios al por menor de la electricidad, el gas y los combustibles sólidos se mantienen en su nivel de diciembre, la inflación energética se volverá aún más negativa en marzo y esto por sí solo arrastraría la inflación a la baja en 2,7 puntos porcentuales. También se producirá una caída de la inflación de los carburantes debido al pasado descenso de los precios del petróleo”, aventura.
¿Y la ‘subyacente’?
“Sospechamos que la inflación subyacente española caerá un poco más este año (estos analistas se refieren a la variante de subyacente que excluye energía, todos los alimentos, tabaco y alcohol; no solo energía y alimentos frescos, como es habitual en el dato no armonizado. O lo que es lo mismo, la inflación de bienes y servicios core -núcleo-). El descenso desde el verano pasado (en esta variante) se debe en parte a las subvenciones públicas al transporte público, pero también a las caídas de la inflación de los artículos afectados por el turismo, como la cultura, el ocio y el alojamiento”, expone Kenningham, que aconseja centrarse en la cifra armonizada dadas las “peculiaridades metodológicas” del INE (Instituto Nacional de Estadística) los últimos meses.
Una inflación media del 3% en 2023.
“La conclusión es que es probable que España experimente una caída de la inflación mucho más pronunciada que la mayoría de las demás economías de la zona euro. Prevemos que la tasa general caiga por debajo del 2% a mediados de año antes de recuperarse, y creemos que la inflación media será del 3% en 2023, mientras que la previsión de consenso es del 5%”, sintetiza Kenningham.
FUENTE: EL ECONOMISTA
