Las exportaciones de la emblemática mezcla rusa de crudo de los Urales desde los puertos del Mar Báltico podrían reducirse hasta en una quinta parte en diciembre, tras la entrada en vigor de un tope de precios impuestos por occidente y un embargo de la UE sobre el petróleo ruso.
Los operadores afirman que Rusia no ha podido reorientar totalmente las exportaciones de Urals desde Europa a otros mercados, especialmente India y China, y que ha tenido dificultades para encontrar suficientes buques adecuados.
La Unión Europea, los países del G7 y Australia impusieron un tope de 60 dólares por barril al petróleo ruso, efectivo a partir del 5 de diciembre, que se suma al embargo de la Unión Europea a las importaciones de crudo ruso por vía marítima y a las promesas similares de Estados Unidos, Canadá, Japón y Gran Bretaña.
La limitación permite a los países no pertenecientes a la UE importar crudo ruso por vía marítima, pero prohíbe a las compañías navieras, aseguradoras y reaseguradoras manipular cargamentos de crudo ruso en todo el mundo, a menos que se venda por menos de 60 dólares.
En diciembre, el crudo de los Urales se ha vendido con mayores descuentos, y el principal comprador, la India, ha comprado barriles muy por debajo del precio máximo de 60 dólares.
El impacto de las sanciones en los cargamentos de Urales desde los puertos rusos del Báltico se ha visto agravado por la escasez de tonelaje no occidental, la debilidad de la economía exportadora y la moderada demanda de este tipo de crudo en Asia, especialmente en China.
El monopolio Transneft no ha podido cubrir algunas de las plazas disponibles debido a la falta de ofertas de los productores, según los operadores. Otras se aplazaron o cancelaron.
El contrataque del tope de precios
Cuando las autoridades estadounidenses debatieron por primera vez la idea de limitar los precios de exportación del petróleo ruso, el objetivo era reducir los ingresos de Rusia por este concepto, que hasta ahora se han mantenido altos.
Conseguirlo es complejo, ya que la retirada de los compradores redujo el precio del crudo ruso, pero aumentó la volatilidad de los precios en los mercados internacionales por la posible interrupción del suministro.
Rusia ha dicho que no acatará el tope aunque tenga que recortar la producción.
Como Rusia redujo al mínimo el uso de los servicios prestados por navieras y aseguradoras occidentales, las exportaciones de petróleo fuera de los países occidentales continuaron después del 5 de diciembre sin respetar el tope de precios.
Pero el número de países dispuestos a comprar Urales en diciembre se redujo a cuatro -Bulgaria, China, India y Turquía- y, en algunos casos, los Urales se han vendido a los mercados de exportación por debajo del costo total de producción, incluidos los gravámenes locales, según recientes declaraciones de fuentes del sector.
Los precios mundiales del petróleo se sitúan unos 40 dólares por barril por debajo del máximo alcanzado este año, y los participantes rusos en el mercado hablan cada vez más de la necesidad de recortar significativamente la producción para sostener los precios e impulsar la eficiencia de la industria petrolera.
FUENTE: WORLD ENERGY TRADE