La primera ministra de Francia, Élisabeth Borne, ha anunciado nuevas medidas paliativas para este invierno ante la crisis energética provocada por Rusia. La más destacada será seguir limitando el precio de la electricidad y gas para los consumidores durante 2023. Las tarifas no podrán subir más de un 15%. El coste previsto de la iniciativa ascenderá a 16.000 millones.

Borne ha tenido un encuentro informativo con los medios galos para adelantar algunas medidas del plan de protección a los consumidores este invierno. La primera ministra ha indicado que los precios del gas y la electricidad aumentarán en 2023 “un 15% en lugar de un 100%”. Según los cálculos del Gobierno francés, los hogares se enfrentaría sin el tope a las tarifas a facturas de 200 euros al mes en calefacción con gas y de 180 euros con sistema eléctrico. “Gracias al escudo tarifario, el incremento será solo de 25 euros y 20 euros al mes, respectivamente”, ha explicado Borne.

Según el ministro de Economía, Bruno Le Maire, el escudo tarifario le costará al Estado 16 mil millones de euros en 2023. “Para ser completamente precisos, costará 11 mil millones de euros para el gas y 5 mil millones para el petróleo y la electricidad”, ha comentado.

“Hoy, sin la acción del gobierno, los precios del gas y la electricidad para los hogares se multiplicarían por 2,2 a principios del próximo año”, ha asegurado Elisabeth Borne. “Vamos a ampliar en 2023 el mecanismo de escudo para hogares, comunidades, viviendas sociales, pequeñas empresas y pequeños municipios”, ha detallado, antes de la presentación oficial de mañana jueves.

Está previsto que los precios del gas en Francia para 2023 sean cinco veces superiores a los de 2021, diez veces mayores en la electricidad, aseguran desde el Elíseo. “Esto conduce a precios irrazonables y estamos decididos a remediarlo. Para reducirlos vamos a actuar a nivel europeo y nacional”, ha señalado Elisabeth Borne.

Precisamente hoy miércoles, desde el Parlamento Europeo, en Estrasburgo, la presidenta de la Comisión Europea ha anunciado un plan para gravar los beneficios caídos del cielo de las compañías energéticas.

Además, el Gobierno galo repartirá apoyos adicionales para ayudar a los hogares más modestos, en forma de cheques energéticos excepcionales. Se abonarán a finales de año alrededor de 12 millones de hogares entre 100 y 200 euros, según ingresos.

La semana pasada Reino Unido también presentó medidas parecidas. La nueva primera ministra, Liz Truss, anunció la congelación temporal de las facturas energéticas de los consumidores británicos, con un tope anual de 2.500 libras (2.874 euros), durante dos años. El plan deja el coste medio de la energía para los hogares considerablemente por debajo de las 3.548 libras (4.088 euros) que habrían pagado sin la intervención, con un ahorro para las familias de 1.000 libras (1.152 euros) al año.

Fuente Canal digital: eleconomista

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