Las secuelas de la crisis energética mundial empujan a Tailandia a acelerar su transición a las energías renovables, tras años de retraso, y se convierte así en el último país en apostar por la energía eólica y solar para reducir su dependencia de los combustibles importados.
«Cuando el año pasado pedimos a las centrales de energías renovables que nos vendieran más energía, nos dimos cuenta de que lo que teníamos era realmente todo lo que había», declaró Wattanapong en una entrevista en Bangkok. «No pudimos pedir más cuando la necesitábamos».
Mientras algunos países responden a la subida de los precios mundiales de los combustibles invirtiendo más en minas de carbón o yacimientos de gas, otros, como Tailandia, buscan paneles solares y turbinas eólicas para aumentar su independencia energética.
El mes pasado, el Gobierno de Tailandia anunció los ganadores de un plan de compra de energía renovable de unos 5 gigavatios (el mayor programa de tarifas reguladas hasta la fecha) para duplicar la capacidad eólica y solar de aquí a 2030. Además, las autoridades están planeando otra ronda de 3,67 GW a finales de este año, según Wattanapong.
FUENTE: IEEFA