Varios economistas consultados por Efe consideran altamente probable que las economías de los países bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, tengan una fuerte desaceleración de la economía o incluso entren en recesión en la segunda mitad del año.
“El riesgo de recesión es muy alto, se podría decir que es inevitable. En el segundo trimestre, los datos flash del PIB ya eran negativos en términos trimestrales”, dijo a Efe Peteris Strautins, economista senior del Luminor Bank de Letonia.
“También en el tercer trimestre, lo más probable es que haya un crecimiento negativo de un trimestre a otro. La gente comenzará a ahorrar dinero para las facturas, en la industria hay signos de debilidad en los mercados europeos. Probablemente terminaremos con una caída interanual en algún trimestre futuro”, agregó
Dainis Gaspuitis, economista de SEB Bank, de propiedad sueca, está de acuerdo en que al menos una desaceleración económica es inevitable, pero agregó que “su gravedad es difícil de predecir, ya que vendrá determinada por la profundidad que pueda desarrollar la crisis energética.
“La evaluación actual es que para el año en su conjunto, la economía mantendrá un resultado positivo, impulsado principalmente por el crecimiento en la primera mitad del año”, dijo el economista de SEB.
Agnese Buceniece, economista jefe de Swedbank, de propiedad sueca, en Letonia, sostuvo “que en la segunda mitad del año ocurrirá una recesión moderada en la economía de Letonia. Es probable que la inflación alcance su punto máximo en los próximos meses, pero se mantendrá cerca del 20 % hasta fin de año. Dado que pronosticamos una recesión moderada por el momento, no hay razón para esperar un aumento significativo en la tasa de desempleo”.
Los bancos centrales de Lituania y Estonia también pronosticaron una desaceleración de sus economías, aunque no en términos dramáticos. Sin embargo, ambos bancos centrales ven las perspectivas económicas envueltas en una incertidumbre extrema por los efectos de la guerra de Ucrania.
Con la inflación golpeando con mayor fuerza los gastos de los hogares, como los costes de calefacción y electricidad, que están determinados por los precios del mercado mundial y el impacto de las interrupciones en el suministro de gas ruso o las prohibiciones nacionales, los tres gobiernos bálticos están preparando planes para compensar al menos parte de esos fuertes aumentos.
Los economistas advierten que un gran gasto público podría impulsar aún más la inflación al intentar suavizar el impacto de los aumentos de precios en los hogares y las poblaciones vulnerables.
También hay preocupación por el impacto de la campaña electoral para el parlamento de Letonia o Saeima, con 19 partidos buscando escaños en el cuerpo legislativo de 100 escaños.
“Siempre me preocupan los posibles gastos en torno a las elecciones: un gran riesgo de promesas extravagantes. Y potencialmente muy grande ahora debido al covid, Ucrania y la alta inflación: estamos en tiempos bastante anormales”, dijo Morten Hansen.
FUENTE: ELECONOMISTA.ES
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