El controversial magnate sudafricano, Elon Musk, sigue sorprendiendo al mundo.
Tras la revolución del coche eléctrico y de la carrera espacial, con la fundación de Tesla y de SpaceX, aparece un nuevo horizonte, la unión del cerebro humano con la tecnología. Musk pretende instalar chips en el cerebro que lo permitan conectarse con ordenadores a través de señales Bluetooth.
A pesar de que la empresa Neuralink (creadora de estos chips) fue fundada en junio de 2016, no fue hasta 2021 cuando se publicaron pruebas reales del funcionamiento de este chip. Eso sí, en un animal. Concretamente en un macaco, que era capaz de controlar los movimientos de un videojuego con la mirada, gracias al implante cerebral. Un año mas tarde, Musk garantiza que el chip está preparado para probarse en personas.
“Obviamente, queremos ser extremadamente cuidadosos y estar seguros de que va a funcionar antes de ponerlo dentro de un humano”, ha asegurado Musk. Es por ello que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) se encuentra en estos momentos revisando el implante, asegurándose de que no supone un peligro para la salud de las personas. Una de las mayores preocupaciones de esta agencia gubernamental reside en el sobrecalentamiento del chip y de los cables que se introducirían dentro del cerebro, ya que podría expulsar material químico hacía el tejido encefálico.
El chip permitiría intercambiar y procesar información de manera bidireccional entre el cerebro y el ordenador. Sus funciones irían desde el monitoreo de funciones corporales hasta la cura de enfermedades benignas, y de defectos genéticos de nacimiento. “Incluso en los casos de la gente que no ha podido ver nunca que nació siendo ciega, pensamos que podemos restaurarles la visión, porque el córtex visual sigue allí. Estamos seguros de que podríamos hacerlos ver” aseguró a través de su cuenta de Twitter.
Uno de los mayores apoyos con los que cuenta la empresa Neuralink para el desarrollo de este chip es el Instituto de Neurociencia de Stanford, uno de los más importantes a nivel mundial. A través de un comunicado, aseguró esta semana pasada que se ha logrado conectar la actividad cerebral de dos monos con un ordenador, gracias a la conexión Bluetooth. De esta manera, eran capaces de mover el cursor y colocarlo sobre letras para escribir, solo a través de ondas cerebrales. Las investigaciones en monos seguirán en los próximos meses, probando actualizaciones, que añadirán funciones nuevas al chip.
La instalación del chip
A través de una presentación en 2020, Elon Musk mostró al robot que realizará la introducción del chip en el cerebro. Este ha sido creado por la misma empresa. La instalación del implante (del tamaño de una moneda) es indoloro y muy rápido . La intervención consiste en extraer tejido cerebral para dejar espacio para el chip, proceso que durará menos de una décima de segundo. Después se realizaría la instalación de los cables, que en las primeras pruebas no ha llevado más de 15 minutos.
FUENTE: LOS REPLICANTES