Hechos clave:
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La ley propone regular la promoción de criptomonedas en Reino Unido.
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El proyecto pasó a manos de la Cámara Alta, para luego ser recibida por el Rey Carlos III.
El parlamento del Reino Unido votó a favor de la Ley de Mercados y Servicios Financieros, con el fin de reconocer a bitcoin (BTC) y a las criptomonedas como instrumentos y productos financieros regulados.
La propuesta fue presentada por el parlamentario y secretario financiero del Tesoro, Andrew Griffith, quien mencionó que la intención es darle un tratamiento a los criptoactivos de una forma diferente y «ponerlos dentro del alcance de la regulación por primera vez».
El proyecto está basado en el concepto de criptoactivo, que fue incluido en una nueva clausula. Sobre ello, Griffith explicó que los criptoactivos «podrían incluirse dentro del alcance de las disposiciones existentes», como, por ejemplo, la Ley de Mercados y Servicios Financieros de 2000, lo que lo incluiría dentro de las actividades financieras reguladas.
Hasta los momentos bitcoin no había sido incluido en un marco regulatorio, salvo ciertas normativas diseñadas por la Autoridad de Conducta Financiera (FCA). En todo caso, el organismo ha emitido orientaciones, como la del 2019, que especifica cuándo ciertos tipos de criptomonedas y tokens pertenecen a ciertas categorías, hecho que reportó CriptoNoticias.
De aprobarse el nuevo proyecto de ley, se podrán regular la promoción de las criptomonedas, además de prohibir que las empresas relacionadas con los criptoactivos operen en ese territorio, en caso de no cumplir con la normativa.
Este paso dado por el Parlamento tomará en cuenta la opinión de la industria de los activos digitales y de las partes interesadas. La idea es «garantizar que el marco refleje los beneficios y riesgos únicos que plantean las actividades con criptomonedas», expresó Griffith.
Para que la ley sea aprobada de forma definitiva debe pasar por varios filtros. Ahora pasará a la Cámara Alta del Parlamento donde puede haber mayores modificaciones y luego darle la aprobación final de la casa real.