Un año después de la invasión rusa de Ucrania, las exportaciones marítimas de crudo de Moscú se mantuvieron cerca de los niveles más altos registrados desde que sus tropas cruzaron la frontera, con volúmenes récord saliendo de sus puertos del Pacífico.
Pero el flujo constante oculta algunas grandes oscilaciones en los envíos regionales. Las exportaciones desde el Mar Negro cayeron bruscamente, con tormentas que cerraron el puerto de Novorossiysk durante gran parte de la semana. Los flujos de la terminal ártica de Murmansk también disminuyeron, pero las caídas se vieron compensadas con creces por los volúmenes récord que probablemente salieron de las terminales del Pacífico del país.
En el puerto de Kozmino, en el Pacífico, se cargó la semana pasada la cifra récord de 10 petroleros, gracias al uso de agentes reductores de arrastre en el oleoducto ESPO y a la reanudación de las entregas de crudo por ferrocarril. Según un grupo de investigadores, los cargamentos de crudo procedentes de los puertos orientales del país se venden a precios casi un 40% más altos que los exportados a través del Báltico.
El volumen de crudo en los buques que se dirigen a China e India -más los flujos más pequeños hacia Turquía y las cantidades en buques que aún no han mostrado un destino final- aumentó en el periodo de cuatro semanas, hasta una media de 3,27 millones de barriles al día, la cantidad más alta observada desde que Bloomberg comenzó a realizar el seguimiento de los envíos a principios de 2022.
A medida que se van conociendo los destinos finales de los cargamentos embarcados a finales de enero, los flujos hacia China han alcanzado nuevos máximos tras la invasión. Los patrones históricos sugieren que la mayoría de los cargamentos actualmente identificados por “Unknown Asia” u “Other Unknown” acabarán en la India.
Los ingresos del Kremlin procedentes de los derechos de exportación de crudo han caído en picado desde principios de año. Aunque el descenso de los precios del crudo ha contribuido a esta caída, el mayor efecto se ha debido a un cambio en la fórmula utilizada para calcular los tipos impositivos. El hecho de que Rusia lleve varios años dejando de gravar las exportaciones de petróleo limitará el impacto de cualquier endurecimiento de los precios máximos de exportación, como el solicitado por el ex Secretario del Tesoro estadounidense Lawrence Summers.
Las transferencias de cargamentos de barco a barco en el Mediterráneo continúan a buen ritmo. Esto ha sido más visible frente a la ciudad norteafricana española de Ceuta y frente a la costa griega cerca de Kalamata. Al menos 30 cargamentos se han transferido entre buques en esos dos lugares desde principios de año. Otros doce petroleros Aframax que cargaron en el Báltico desde finales de enero parece probable que transfieran sus cargas a otros buques en el Mediterráneo, según sus señales de destino.
Todas las cifras excluyen las cargas identificadas como grado KEBCO de Kazajstán. Se trata de envíos realizados por KazTransoil JSC que transitan por Rusia para su exportación a través de los puertos bálticos de Ust-Luga y Novorossiysk.
Los barriles kazajos se mezclan con crudo de origen ruso para crear un grado de exportación uniforme. Desde la invasión rusa de Ucrania, Kazajstán ha cambiado la marca de sus cargamentos para distinguirlos de los enviados por empresas rusas. El crudo en tránsito está específicamente exento de las sanciones de la Unión Europea.
FUENTE: Bloomberg
