equipo de investigación internacional, llamado XENON, que incluye a 170 científicos de 28 grupos de investigación de 10 países, incluidos cuatro investigadores del laboratorio LIBPhys de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Coimbra (FCTUC), anunció hoy a la comunidad científica ” los primeros resultados obtenidos por XENONnT, un sistema con un nivel de sensibilidad sin precedentes en la detección de materia oscura”.
En un comunicado de prensa enviado a la agencia Lusa, la Universidad de Coimbra (UC) recordó que, hace dos años, la colaboración XENON “anunció la observación de un exceso de eventos inesperados, que podrían indicar el descubrimiento de nuevas partículas” con el sistema. XENON1T, en funcionamiento, en ese momento, en el laboratorio subterráneo de Gran Sasso, en Italia, ubicado bajo 1.300 metros de roca.
Para aclarar la naturaleza de estos “sucesos inesperados” y los resultados obtenidos en 2020, XENONnT, un nuevo sistema que “tiene como objetivo seis toneladas de xenón ultrapurificado” y cuya certificación y fase final de construcción tuvo lugar “ya durante la pandemia” de COVID-19.
XENONnT fue responsable de 97 días de mediciones y recopilación de datos, entre julio y noviembre de 2021, cuyos resultados ya se han publicado.
“Se concluye que esto no corresponde al descubrimiento de nuevas partículas, sino a un nivel muy pequeño de átomos de tritio, una de las hipótesis planteadas en su momento”, explicó José Matias-Lopes, coordinador del equipo portugués e investigador. en el Laboratorio, citado en la nota Instrumentación, Ingeniería Biomédica y Física de Radiación (LIBPhys) en FCTUC.
El investigador añadió que, con los presentes resultados, “se establecen nuevos récords de sensibilidad en estos nuevos campos de estudio de la física de astropartículas”.
“Viven, por tanto, tiempos de grandes avances y descubrimientos que conducen a grandes avances en el conocimiento de la Humanidad en estos aspectos fundamentales de la composición del Universo”, subrayó José Matias-Lopes.
En cuanto a los procedimientos adoptados por los científicos, el investigador portugués explicó que la radiación
“al atravesar el objetivo, puede generar, en general, diminutas señales de luz y carga. La gran mayoría de estas señales (más del 99,9%) se deben a radiación de origen conocido, lo que permite a los científicos calcular con gran precisión la número de eventos esperados”.
Según el comunicado de la UC, para medir “eventos tan raros como la materia oscura, el requisito más importante es que el objetivo tenga el nivel más bajo posible de radiación (radiación de fondo), para que pueda distinguir lo que se pretende medir”.
“Es mucho más difícil que encontrar una aguja no en uno, sino en mil pajares”, ilustra la investigadora.
José Matias-Lopes señaló que para lograr tal objetivo “técnicamente tan exigente, cuentan todo tipo de fuentes de radiación”, incluida la radiación presente en el propio blanco de xenón y la que proviene de los materiales con los que está construido el XENONnT.
“Para hacer frente al más difícil de todos, el primero, la colaboración XENON ha logrado reducir el nivel de contaminación con el elemento radón a niveles sin precedentes, gracias a una columna de destilación de 5,5 metros de altura especialmente desarrollada”, añadió.
Por otro lado, todos los materiales utilizados en XENONnT “han sido cuidadosamente seleccionados (hasta el más pequeño de los tornillos) para tener el menor nivel de radiación posible”.
Estos esfuerzos han llevado a que el nuevo sistema de búsqueda de materia oscura sea capaz de “reducir el nivel de radiación de fondo en una quinta parte en comparación con el valor ya extraordinario de su predecesor XENON1T”.
“El objetivo de XENONnT es el lugar del planeta Tierra con la menor radiación de fondo de toda la historia, lo que le permite realizar estudios de un gran número de fenómenos especialmente raros, como la interacción de axiones solares, neutrinos con momento magnético anómalo o partículas análogas a axiones”, agregó la UC.
Además de Portugal, que ha sido socio en esta investigación internacional desde su inicio, en 2005, a través del equipo LIBPhys de la FCTUC, el consorcio XENON reúne a científicos de EE. UU., Alemania, Suiza, Francia, Holanda, Suecia, Japón, Israel y los Emiratos Árabes Unidos.
Fuente: Canal digital noticiasaominuto
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