Los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses cerraron ayer a la baja, siendo incapaces de mantener el buen tono de comienzos de semana, si bien es verdad que lo hicieron lejos de los mínimos del día. Los inversores siguen descontando una posible recesión global, algo que, como comentaremos más adelante, el presidente de la Reserva Federal, Powell, no tuvo más remedio que aceptar como un escenario potencialmente factible.
En este sentido, decir que AYER el precio del crudo volvió a sufrir un fuerte correctivo durante la sesión, aunque recuperó algo de terreno al cierre de la jornada en Wall Street. A los temores de muchos inversores, temores que de momento no compartimos, de que la demanda de crudo se venga abajo por la entrada en recesión de la economía global, AYER se sumaron los miedos a una potencial intervención en el sector, una más, de la Administración estadounidense. Así, en los últimos días el presidente de EEUU, Joe Biden, ha tenido algunas “enganchadas” con los gestores de las grandes petroleras estadounidenses, con los que se reunirá HOY, a los que ha acusado de producir y refinar menos para aprovecharse de los elevados precios del crudo, una visión muy miope y sesgada por intereses políticos de lo que verdaderamente está ocurriendo en el sector: la falta de incentivos de las empresas para invertir en nuevas exploraciones, inversiones que son a largo plazo e intensivas en capital y, que por ello, las compañías no tienen la seguridad de poder rentabilizar tal y como está diseñado el proceso de transición energética, proceso que, por cierto, ha saltado por los aires tras la invasión de Ucrania por Rusia -países como Alemania, Italia, Dinamarca o Países Bajos han apostado claramente por el carbón a falta de gas-. Así, y a pesar de la fuerte caída experimentada en los últimos días por el precio del crudo, que ha ido acompañado de caídas muy superiores de las cotizaciones de las empresas del sector, tanto en las principales plazas europeas como en Wall Street, creemos que el desfase entre oferta y demanda, dada la mencionada falta de nuevas inversiones, continuará en el medio/largo plazo, aunque se ralentice el crecimiento económico global. Es más, esperamos que cuando este verano aumente la demanda de combustibles por el inicio de las vacaciones en Europa y EEUU y porque China levante muchas de las restricciones que mantiene, producto de su estrategia de “covid-cero”, los precios del crudo recuperarán terreno. Vemos la inversión en este tipo de valores como atractiva, sobre todo después de la corrección que han experimentado en las últimas sesiones la mayoría de ellos. Además, estas compañías, que a los precios actuales del crudo están generando ingentes volúmenes de caja libre -lo seguirán haciendo a precios más bajos-, mantienen atractivas políticas de dividendos y planes agresivos de recompra de acciones propias. En Europa nos gustan TotalEnergies (TTE-FR) y Repsol (REP-ES), mientras que en EEUU destacaríamos a las petroleras ConocoPhillips (COP-US), Diamondback Energy (FANG-US), y a la compañía de marketing y refino Valero Energy (VLO-US).
Pero AYER fue la intervención de Powell ante el Comité Bancario del Senado, intervención que forma parte de su testimonio bianual ante las dos cámaras del Congreso de EEUU -HOY comparecerá ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes-, la que monopolizó la atención de los inversores. Así, en su testimonio escrito Powell pareció descartar una potencial entrada en recesión de la economía estadounidense, destacando la fortaleza del mercado laboral y la solidez de la demanda. Estas palabras sirvieron para, que tanto los futuros de los índices bursátiles estadounidenses, que apuntaban a una apertura claramente bajista, como los índices europeos, recuperaran mucho terreno, y ello a pesar de que Powell volvió a incidir en que el principal objetivo de la Fed sigue siendo reducir la inflación y, por ello, continuará subiendo sus tasas de interés de referencia -ver sección de Economía y Mercados para más detalle-. Sin embargo, y respondiendo a los senadores del Comité, Powell no tuvo más remedio que reconocer que era factible que las subidas de tipos que está llevando a cabo la Fed pudieran propiciar la entrada en recesión de EEUU en algún momento. Estas palabras enfriaron los ánimos en Wall Street, provocando que los índices, que estaban en ese momento claramente en terreno positivo, se giraran a la baja, para cerrar el día con ligeros descensos, lejos tanto de los niveles más altos como de los más bajos de la sesión.
Estas últimas palabras de Powell creemos que propiciarán HOY una apertura ligeramente a la baja de las bolsas europeas, en una jornada en la que la principal cita será la publicación en la Eurozona, Alemania, Francia, Reino Unido y EEUU de las lecturas preliminares de junio de los índices adelantados de actividad de los sectores de las manufacturas y de los servicios, los conocidos PMIs, que elabora S&P Global. En principio se espera que estos indicadores sigan señalando que la actividad privada ha continuado expandiéndose en términos intermensuales en el mes de junio, tal y como han confirmado los mismos indicadores esta madrugada en Japón -ver sección de Economía y Mercados-, realidad que contrasta con el pesimismo reinante en los mercados financieros. Unas positivas lecturas de estos índices es posible que sirvan para calmar algo los ánimos en las bolsas occidentales.
Fuente:
Otras noticias de tu interés:
Los activos de riesgo sufren un severo castigo tras las pésimas lecturas del PMI francés y