El dólar rompe su relación con los commodities: reaparece un cisne negro que complica al BCRA
Los temores de una recesión en Estados Unidos están golpeando a las materias primas a nivel global. Esto genera una baja sustancial en el precio de los productos agropecuarios que exporta el país, en momentos en que el BCRA debe sumar divisas para sus reservas.
Silvina Batakis recién está dando sus primeros pasos al frente del Ministerio de Economía, pero los problemas ya se acumulan en su despacho del quinto piso del Palacio de Hacienda. Las materias primas que exporta la Argentina están en franca caída, por lo que a los múltiples desafíos que tiene por delante deberá sumar este viento de frente externo que sopla cada vez con más fuerza.
Al frío recibimiento que obtuvo de los mercados se le suma que tanto el trigo como la soja y el maíz vienen cayendo de manera sostenida y sus precios ya retornaron a niveles de febrero. Es decir, borraron todo el rally evidenciado desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania.
CAEN LOS COMMODITIES
Los temores a una recesión en Estados Unidos están golpeando con fuerza a las materias primas a nivel global.
El estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, a fines de febrero, disparó los precios de las materias primas. Pero esta situación favorable en términos de intercambio comercial se revirtió y el contrato de referencia actual de la soja (a noviembre) acumula una pérdida del 18% desde sus máximos históricos.
El trigo muestra una baja aún mayor, del 33%. Mientras que la pérdida del maíz desde sus máximos recientes es del 24%.
A estos precios, tanto la soja como el trigo y el maíz borraron por completo el rally que se evidenció en las materias primas al inicio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
La soja ya se cayó a niveles por debajo de los que tenía antes del inicio de la guerra. El maíz también opera con fuertes pérdidas y se ubica cerca de un 17% debajo. El trigo, en tanto, opera en valores de comienzos de febrero, similares a los que registraba antes del inicio del conflicto bélico en Europa.
El azúcar, otra materia prima de referencia, también ha colapsado recientemente, perdiendo 12% desde sus máximos.
El azúcar, la soja, el trigo y el maíz forman parte de un índice de materias primas agropecuarias: el Invesco DB Agriculture Fund (DBA), que recientemente sufrió un fuerte selloff del 15% desde sus máximos históricos.
En sintonía con el resto de las materias primas, este índice también opera en niveles previos al del inicio de la guerra.
¿Por qué ocurre esto? No hay un único motivo, sino un conjunto de factores.
En primer lugar, la mayor inflación en Estados Unidos y a nivel global obligó a la Reserva Federal (Fed) y al resto de los bancos centrales del mundo a aplicar políticas monetarias contractivas de manera agresiva.
Esto provocó un rally en las tasas de interés de referencia en el mercado global y en los bonos del Tesoro americano en particular. El mercado vio que la Fed comenzaría a subir la tasa y se adelantó con una suba de las tasas de interés del mercado secundario.
Debido a la expectativa de la suba de tasas, el Dólar Índex también comenzó a subir con fuerza ya que se especula con que los capitales a nivel global regresarán a Estados Unidos para aprovechar el contexto de tasas más altas.
Por otro lado, los temores de que la economía estadounidense se esté encaminando a una recesión, a causa de tasas más altas, también están impactando de forma negativa en las perspectivas. Esa expectativa fortalece al dólar, que habitualmente funciona como cobertura en contextos de incertidumbre.
Históricamente el dólar y las materias primas tienden a tener una correlación negativa. Esto implica que cuando el dólar sube, las materias primas caen. Y viceversa.
Sin embargo, la guerra impulsó a las materias primas. A pesar de que el dólar venía subiendo por cuestiones monetarias y de suba de tasas de la Fed, los commodities se mantenían en valores elevados, por lo que se había cortado esa correlación. Este comportamiento, muy poco habitual, se dio por la guerra.
Sin embargo, lo que se observa en el corto plazo es que esa correlación positiva se está agotando y está regresando a su estado natural de largo plazo.
En el último mes, y a causa de los riesgos recesivos y de suba de tasas, el dólar siguió subiendo, mientras que las materias primas colapsaron más de un 15% promedio desde sus máximos históricos.
IMPACTO EN ARGENTINA
El hecho de que la correlación negativa regrese representa una amenaza para la Argentina.
Esto ocurre porque, si el dólar sigue subiendo por cuestiones más estructurales como la suba de tasas y la inflación en Estados Unidos, el precio de lo que exporta la Argentina tiende a quedar vulnerable y con riesgos de caer.
Por lo tanto, las perspectivas para la acumulación de reservas del Banco Central en el corto y mediano plazo se ven afectadas, en un momento complicado para el dólar en lo local.
La Argentina no acumuló reservas al ritmo que esperaba el mercado, pese a que la guerra llevó a que la soja, el trigo y el maíz se disparen a máximos históricos. Pero ahora, con el riesgo de que la correlación regrese a su promedio natural negativo, aumentan las vulnerabilidades para los dólares y las reservas del BCRA.
«Esto es una advertencia adicional para la Argentina. Estaba esa creencia de que había un cambio de paradigma estructural del precio de las materias primas y que se podían sostener el gasto público a cuenta de los precios de transables altos. Pero tendría cuidado ahí ya que le pone más presión a la región y a la Argentina», comentó Diego Martínez Burzaco, estratega jefe de Inviu.
Manuel Carpintero, head portfolio manager de Nash Inversiones, advierte que las condiciones empeoraron para Argentina en varios frentes.
«Un dólar más fuerte a nivel mundial (producto de flujo de entrada hacia el dólar por tasas más altas y cobertura de activos de riesgo) generó también caída en commodities. Esto implica por un lado menor generación de dólares por exportación de granos y por otro, flujo de salida también de activos argentinos. Menos afición por activos de riesgo y por el peso, continúa complicando el panorama macro local en un mundo que continúa por ahora en risk-off«, dijo.
Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, explicó que un dólar más fuerte tiende a generar presiones bajistas en las materias primas.
«El fortalecimiento del dólar a nivel mundial supone siempre debilidad en commodities, aunque dada la alta inflación global, creemos que los commodities siguen siendo el hedge natural y su demanda debería sostenerse», dijo.
Por otro lado agregó que, «en caso de un escenario de recesión internacional, sí podríamos ver precios de commodities menores, algo que golpea a los flujos del agro para Argentina».
Finalmente Franco aclaró que considera que «la Argentina debería comenzar un sendero de corrección de desequilibrios macro que la hagan menos dependiente tanto de los precios internacionales como del comportamiento de Brasil, pese a que estos siempre tendrán influencia».
SIN RESERVAS
El BCRA mostró serias dificultades este año para acumular reservas a pesar del rally de las materias primas. En las últimas jornadas, de hecho, se puso netamente vendedor. Eso ocurrió porque, de la mano de la suba del precio de las materias primas hubo también un encarecimiento del costo de la energía, que el país debe importar.
Por lo tanto, la caída de las materias primas, junto con el final de la cosecha gruesa, combinado con venta de pagos de cupones de deuda, son todos componentes que amenazan al futuro de la reservas.
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones marcan que, en lo que respecta a acumulación de reservas, el 2022 continúa posicionándose como el segundo peor registro para un año con cepo, solo superado por el 2020, año atravesado por el estallido de la pandemia
Fuente: Canal digital cronista
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