Ya están todas las cartas sobre la mesa. Todas menos la que puede sacar hoy Christine Lagarde para mostrar un mensaje firme de que la prioridad para el BCE sigue siendo contener la inflación.
A la espera de saber cuál es la subida de tipos que hará el organismo, los inversores no tienen claro hacia dónde posicionarse y prueba de ello es que los futuros cotizan planos antes de la apertura de la sesión del jueves.
Desde el punto de vista técnico, “el rebote a corto plazo ha llevado al EuroStoxx 50 a la zona de resistencia clave de los 3.600 puntos, que es la que vengo señalando que hay que vigilar desde hace semanas ya que de su superación depende que podamos confiar en que el rebote de corto plazo puede ser sostenible más allá de un par de sesiones”, explica Joan Cabrero, asesor de Ecotrader. “Superando dicho nivel, sobre todo a cierre del viernes, se alejarían los riesgos bajistas de acabar asistiendo a la pérdida de los mínimos de marzo y plantearía un contraataque alcista que podría buscar en próximas semanas la zona de los 4.025 puntos, que es donde terminó el último rebote, con resistencia intermedia en los 3.850 puntos”, agrega.
“Operativamente, la superación al cierre semanal de los 3.600 puntos no invitaría a poner un segundo pie en bolsa ni a aumentar de forma contundente la exposición a bolsa, pero sí que invitaría a picotear en busca de oportunidades para aprovechar un previsible rebote”, concluye el experto.
FUENTE CANAL DIGITAL ELECONOMISTA.ES
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