Los abogados de FTX han demandado al ex CEO Sam Bankman-Fried, al cofundador Zixiao Wang y al ex alto ejecutivo Nishad Singh por la adquisición por USD 220 millones de la plataforma de intercambio de acciones Embed, alegando falta de diligencia investigativa.
Según un documento presentado el 17 de mayo, FTX había pagado USD 220 millones para adquirir Embed a través de su filial estadounidense después de no haber realizado “prácticamente ninguna diligencia investigativa” sobre la plataforma.
Después de que FTX se declarara en quiebra, el juez encargado del procedimiento aprobó la venta de Embed y otros activos de FTX, pero el mejor postor por la plataforma ofreció sólo USD 1 millón, según declararon los abogados de FTX
“Los licitadores se habían dado cuenta de que el FTX Group y FTX Insiders no se molestaron en evaluar antes de la adquisición de Embed, a saber, que la plataforma de software de Embed carecía esencialmente de valor.”
Aunque 12 entidades habían presentado indicaciones de interés no vinculantes -la mayor de las cuales ascendía a USD 78 millones-, todas menos una renunciaron a presentar una oferta final tras realizar una due diligence más exhaustiva: El fundador y antiguo CEO de Embed, Michael Giles.
Según los abogados de FTX, Giles había “recibido personalmente aproximadamente USD 157 millones en relación con la adquisición”, pero su oferta final para recuperar la propiedad de Embed era de un mísero millón de dólares, sujeto a reducciones en el momento del cierre.
Además, los abogados acusaron a las personas con información privilegiada de FTX de “aprovecharse de la falta de controles y registros de FTX Group para perpetrar un fraude masivo” mediante el uso de fondos malversados de clientes para facilitar la compra de Embed, siendo plenamente conscientes de que la empresa era insolvente cuando se cerró el trato.
Los abogados también alegaron que se crearon registros engañosos para ocultar el papel de Alameda Research en la financiación de la adquisición de Embed, alegando que los fondos se habían transferido entre entidades de FTX, y no de Bankman-Fried, Singh y Wang, como se afirmaba.
FTX quiere que las transacciones se califiquen de “transferencias y obligaciones fraudulentas evitables, y/o preferencias”, además de que se rechacen las reclamaciones presentadas por los demandados hasta que FTX pueda recuperar los fondos perdidos por las transferencias evitables.
FTX se declaró en quiebra el 11 de noviembre de 2022 y, desde entonces, su nueva dirección se ha centrado en recuperar fondos para reembolsar a clientes y acreedores. También ha estado considerando un posible relanzamiento del exchange.