La demanda de petróleo seguirá creciendo hasta 2028, pero a un ritmo mucho más lento que este año, y alcanzará su punto máximo en 2030, a medida que se acelere la transición energética, según la AIE.
Para este año, la AIE revisó al alza su estimación de la demanda en 250.000 b/d con respecto a la estimación del mes pasado, hasta 102,25 millones de b/d. La demanda en la segunda mitad de 2023 crecerá 380.000 b/d más que en el anterior OMR. Con ello, sus previsiones de crecimiento de la demanda de petróleo para 2023 se elevan a 2,45 millones de b/d, superando la última estimación de la OPEP de 2,35 millones de b/d.
Pero el crecimiento anual de la demanda se ralentizará hasta 900.000 b/d en 2024 y sólo 400.000 b/d al final de la previsión para 2023-28.
“La ralentización se ha visto acelerada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, en medio de una mayor preocupación por la seguridad energética, y por los planes de gasto de los gobiernos para la recuperación tras la crisis de los cohetes, con más de 2 billones de dólares movilizados para inversiones en energías limpias de aquí a 2030”, señaló la AIE.
El crecimiento de la demanda estará liderado por las economías asiáticas, especialmente China e India, mientras que la OCDE “podría alcanzar su punto máximo este año”, debido sobre todo a la eficiencia y electrificación de los vehículos.
Según la agencia, gran parte del crecimiento de la demanda mundial de petróleo procederá del aumento continuado de las materias primas petroquímicas y del uso del transporte aéreo, ambos muy concentrados en Asia-Pacífico. La demanda de GLP y nafta crecerá 3,2 millones de b/d en 2022-28 y la de combustible de aviación 2 millones de b/d, mientras que la de gasolina se reducirá en 300.000 b/d.
Oferta para satisfacer la demanda
Según la AIE, se estima que la capacidad mundial de suministro de petróleo aumentará en 5,9 millones de b/d hasta alcanzar los 111 millones de b/d en 2028, con lo que se cubrirá holgadamente el crecimiento de la demanda. El crecimiento de la oferta está dominado por el esquisto estadounidense y otros productores del continente americano como Brasil, Guyana y Argentina.
La AIE prevé que la inversión mundial en exploración y producción de petróleo y gas aumente un 11% hasta 528.000 millones de dólares este año, la cifra más alta desde 2015 y, según la AIE, suficiente para satisfacer el crecimiento estimado de la demanda entre 2022 y 2028. La AIE considera que la capacidad mundial de producción de petróleo excedentaria será de 3,8 millones de b/d en 2028, concentrada principalmente en los miembros de Oriente Medio de la alianza Opec+, como Arabia Saudí y los EAU, que están llevando a cabo grandes proyectos de aumento de capacidad.
“Dadas las actuales tendencias de inversión y mercado, la cuota de Oriente Medio en la producción mundial de petróleo parece que aumentará a largo plazo”, afirma la AIE.
Sin embargo, la capacidad de producción global de los 23 miembros de la alianza Opec+ sólo aumentará en 800.000 b/d hasta 2028, lastrada por las pérdidas de los miembros más pequeños que no pertenecen a Oriente Medio, así como de Rusia. La capacidad de producción de este último país se reducirá en 700.000 barriles diarios entre 2021 y 2028 debido a las sanciones occidentales.
“La capacidad de Moscú para autofinanciar sus operaciones de la industria petrolera y su acceso a los equipos y servicios chinos pueden evitar un declive mucho más pronunciado”, dijo la AIE.
Según la AIE, la industria mundial del refinado experimentará un cambio notable en el periodo 2022-28, a medida que la demanda de combustible para el transporte por carretera alcance su punto máximo y la demanda de combustible para aviones siga creciendo. Esto provocará un cambio estructural hacia la producción de destilados medios y materias primas petroquímicas. La capacidad total de refino aumentará en 4,4 millones de b/d en términos netos hasta 2028, y la mayor parte del incremento se producirá al este de Suez y, en particular, en China. La capacidad mundial de refino excedentaria se estima en 8 millones de b/d en 2028.
La AIE advierte de varios riesgos.
“La incertidumbre de la coyuntura económica mundial, la orientación de las decisiones de la OPEP+ y la política de Pekín en el sector del refino desempeñarán un papel crucial en el equilibrio de los mercados de crudo y productos”, señala.
FUENTE: Argus Media