Las denominadas ‘stablecoin’ están garantizadas por otro activo y tienen el objetivo de minimizar la volatilidad, pero las fuertes ventas han sacudido su mecanismo.
El desplome de las criptomonedas en las últimas semanas queda reflejado en la caída del precio del bitcoin: cotiza en los 20.000 dólares después de que hace casi ocho meses rozó los 70.000. La reducción de precio también es significativa para otras monedas digitales como ethereum o binance. Las denominadas monedas estables (‘stablecoin’), cuyo objetivo es minimizar la volatilidad, no han logrado frenar las fuertes ventas, sino que las están agravando por las dudas en el mercado sobre sus activos de garantía. Después de la caída de Terra, una nueva moneda estable, Tron, amenaza con repetir la escena y sumar más millones en pérdidas para los inversores.
El USDD, una moneda estable algorítmica vinculada, a su vez, a la ‘critpo’ Tron, lleva dos semanas por debajo la paridad con el dólar y esta semana cayó a un mínimo de 0,93 dólares. Pese al repunte posterior, su cotización se sitúa todavía por debajo de los 0,98 dólares y no ha logrado recuperar la paridad que debe mantener. Además, su capitalización actual se sitúa en algo más de 704 millones, cerca de 23 millones menos que hace apenas dos semanas. La cotización del USDD es reciente, su estreno coincidió con el desplome de TerraUSD (UST) que desencadenó una venta masiva y llevó a la red Tron a convertir a la ‘stablecoin’ USDD en híbrida, vinculada a un algoritmo pero también respaldada por activos. Por ahora esto ha servido para mantenerse en el mercado, Terra desapareció, pero no despeja el miedo de los inversores.
Las alarmas vuelven a encenderse por las características que comparten Terra y Tron, ambas son ‘stablecoin’ algorítmicas. Las monedas estables son criptomonedas que se usan como intermediarias entre la moneda fiat y el mercado ‘cripto’ gracias a su paridad y están garantizadas por activos fiduciarios (dinero tradicional), otros criptoactivos o respaldadas por un algoritmo. Este último caso se basa en un protocolo informático que incentiva la oferta y la demanda. Es decir, los inversores deben tener confianza en el sistema y los últimos casos hacen tambalearlo.
Si las ‘stablecoins’ están respaldados por activos juega un papel clave la capacidad de sus reservas para responder ante un eventual desplome y hay que tener en cuenta que son representaciones digitales de los depósitos bancarios que las respaldan. El Tether, la mayor ‘stablecoin’ por capitalización, reveló por primera vez hace un año la composición de sus reservas, de las que casi el 30% están en pagarés. Sin embargo, la confianza vuelve a ser un elemento clave: “los estándares de transparencia están mejorando, pero todavía hay margen para más. Las concentraciones de titulares principales y las listas blancas asimétricas para la conversión fiduciaria desnivelan el campo de juego y activan las alarmas de protección del consumidor si no se gestionan bien”, explica un informe de S&P Global.
Además, los analistas pone el foco en los titulares de las monedas estables. “Tienen potencialmente información privilegiada o acceso comercial preferencial. Esto plantea preocupaciones sobre la equidad, la manipulación del mercado y, en última instancia, la protección del consumidor”, recoge. Por ello, apuesta por la “disciplina del mercado”, la regulación instaría al sector de las criptomonedas a proporcionar transparencia y alertar de riesgos potenciales.
¿Son la alternativa el euro y dólar digital?
Las últimas caídas han despertado la atención de los reguladores ante el riesgo sistémico que puede provocar nuevas y mayores pérdidas en el mundo ‘cripto’. Desde S&P Global creen que las consecuencias del desplome de Terra fueron “relativamente modestas y contenidas” y prevé la popularidad del sector seguirá en aumento. Sin embargo, a medida que crezca el mercado, mayores serán los riesgos. Por ello, algunos bancos centrales trabajan en su propia moneda digital que intervenga entre las criptomonedas, pero con la regulación tradicional.
La posibilidad de una moneda digital respaldada por un banco central supondría una amenaza para el resto de ‘stablecoins’. En concreto, los analistas apuntan a que un eventual dólar digital (eUSD) “podría ofrecer a los usuarios un conjunto alternativo de características de riesgo, rendimiento, privacidad y conveniencia para interactuar con los criptoactivos”. La Reserva Federal de EEUU (Fed) estudia esta posibilidad, aunque todavía en fase preliminar. No obstante, entre las características que busca incluir están la protección de la privacidad y también la verificación de identidad, lo que permitiría evitar el uso de las criptomonedas para actividades ilegales.
Fuente:
MARÍA LEÓN ESCRIBANO NOTICIA
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