- Cada vez más analistas esperan una recesión, pero no se descarta un rebote
En el arranque de año las materias primas eran, si no el que más, uno de los activos estrella para los analistas. En los informes de perspectivas para 2022 se repetía una y otra vez el buen momento que estaban viviendo estos activos, con unos datos fundamentales que prometían un déficit de oferta para los recursos básicos, en general, debido al fuerte repunte de la actividad económica y la demanda que viene asociada a ella.
Sin embargo, el cambio de estrategia de los principales bancos centrales del planeta, que están endureciendo su política, junto a la peor etapa de la pandemia que ha vivido China desde que llegó el Covid, ha desembocado en una corrección para los recursos básicos que ya se ha comido un 10% desde máximos del año, los que se tocaron el pasado 9 de junio.
Las caídas se están cebando con uno de los tipos de materias primas que están más pegadas al ciclo económico: los metales industriales. Si la producción industrial se resiente, como está ocurriendo, la demanda de estos activos también lo hace, y los precios del índice de Bloomberg de metales industriales retroceden un 30% desde máximos del año, el pasado 7 de marzo.
En la lista de materias primas que más caen en el año, la madera es líder indiscutible, con pérdidas del 48% en 2022. Por detrás empiezan a parecer los metales industriales: el estaño se ha abaratado un 31% en la Bolsa de Metales de Londres (LME), el plomo lo ha hecho un 16% y el cobre un 15,2%. Por detrás se sitúa el aluminio, con una caída del 12,8% en el conjunto del ejercicio.
Por su parte, el zinc retrocede un 5,9% en el año. El único metal industrial que continúa en verde en 2022 es el níquel, con una subida del entorno del 11% desde el primer día del año.
Estas caídas pueden ser un síntoma de lo que muchos analistas están empezando a pronosticar: viene una recesión mundial en los próximos trimestres. «Hay que ser cauteloso en la asignación y en la construcción de carteras. Las inversiones deben reconocer los riesgos a la baja para el crecimiento, los beneficios y, por tanto, los flujos de caja, pero también deben contar con cierta protección en caso de que la Reserva Federal camine por la cuerda floja. La selección de valores también sigue siendo importante en este entorno en el que es probable que los inversores atribuyan un valor creciente a la calidad», explica Richard Dunbard, responsable de análisis de multiactivos de Abrdn. «La economía mundial se enfrenta a muchos factores en contra, cuyo resultado más probable es la recesión», indica el experto.
Posible recuperación
No todos los analistas contemplan un escenario negro para el crecimiento económico, y hay quien cree que los inversores están pasándose de pesimistas, descontando que la situación va a empeorar más de lo que realmente debería. Es el caso de Citi, quienes avisan de que «nuestros indicadores de actividad manufacturera nos muestran que la debilidad que se produjo en abril se ha diluido, y hay señales de una mejora, especialmente notable en China, pero también en EEUU», señala el banco estadounidense.
«Las posiciones especulativas en cobre apuntan a un fuerte rebote en la actividad en China, y coincidimos, pero seguimos siendo cautos a corto plazo», destacan, «ya que los metales continúan en una situación de sobre oferta».
En el mismo sentido, desde Global X indican que «la incertidumbre sobre la recuperación económica de China está pesando en el cobre», pero recuerdan que «por la parte de la oferta, el riesgo de disrupción sigue siendo alto», un factor que podría favorecer un rebote de los precios próximamente.
Fuente: Canal digital eleconomista
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